“Yo en estos momentos estoy rogando que pueda continuar aunque sea hasta el próximo paso, el proceso, que será donde yo voy a explicar bien por bien mío, como lo adquirí y de que forma, eso es lo que me interesa”.
A renglón seguido uno de los periodistas presentes le preguntó si ese dinero, esos bienes tienen alguna relación con dineros del Estado, a lo que Yedro respondió “nunca manejé un centavo del Estado, nunca tuve facultades para manejar fondos públicos a todo lo largo de mi carrera política”.
Quizás fondos reservados del Senado, insistió el trabajador de prensa… “nunca, nunca. Nunca un centavo, nunca tuve facultades” fue la lacónica respuesta.
Ante tal aseveración DIARIOJUNIO intentó saber cómo había logrado entonces tanto patrimonio. Fue ahí cuando cambió el rostro del ex legislador justicialista y su disposición a responder. “Ud. tiene otras fuentes más importantes que la mía para consultarlas, aparentemente lo ha consultado a algún funcionario (como periodista exclusivo del proceso), porque aparentemente el expediente, antes de estar a disposición mía estuvo a disposición suya, a pesar del secreto, así que, vaya y pregúnteselo a él”, bueno, se lo preguntamos a Ud. le dijimos… “si quiere saberlo pase y escúcheme en la audiencia y tendrá un detalle acabado, no quiera ahora tener un nuevo privilegio, ya lo tuvo”, remató con el desparpajo digno de aquellos que, convencidos de que no hay mejor defensa que un buen ataque, pretenden trasladar y endosar culpas.
De cualquier modo no terminó ahí. Otro periodista le preguntó porque decía eso (lo del privilegio) y respondió “porque él fue el que publicó cosas que estaban bajo secreto de sumario…” ¿ eran mentiras o verdades ? (la publicación) quiso saber el periodista. Tal pregunta lo descolocó tanto a Yedro que no atinó a otra cosa que a responder por las dudas, dijo “infamias…” eso nunca existió entonces, preguntó el periodista refiriéndose a la publicación… “no, infamias, infamias” y se retiró evitando seguir respondiendo cuando la cosa comenzaba a complicársele.
Cae de maduro que, si lo publicado (por el director de este medio en una nota exclusiva para el semanario Análisis), carecía de veracidad, no se había afectado ningún secreto de sumario como denunció hoy Yedro y su abogado para impedir la continuidad del juicio que, pudo concretarse luego de casi 10 años de chicanas, chicanitas y mucha ayuda de la justicia y del poder político.