Ercolini acaba hacer gala de impunidad jurídica, cuando viajó en avión privado, pagado por Clarín, junto a otros jueces y fiscales Federales, a la mansión del magnate británico Joe Lewis en Lago Escondido( al cual luego lo sobreseyó por apropiación ilegal de 20.000 Hs por prescripción), y junto con la comitiva fueron agasajados con presuntas dádivas, prohibidas por sus condiciones de pertenecer a la justicia.
Pero veamos por qué y en qué causa Ercolini le permitió al Grupo Clarín, La Nación y a La Razón, quedarse con Papel Prensa y con el suministro de ese papel a casi todos los demás diarios.
La transferencia de la empresa Papel Prensa, es la historia de una confluencia de intereses espurios.
El 24 de Marzo de 1976 se consolidó un modelo político de Estado de excepción (el Estado terrorista) y un modelo económico de exclusión. La apropiación de Papel Prensa es uno de los casos más emblemáticos porque impactó sobre la libertad de expresión, contribuyó al silenciamiento de la disidencia durante aquellos años y a la propaganda del régimen.
Cuando el poder empresario se dio cuenta que podía avanzar sobre los medios de comunicación y establecer relaciones sobre el poder político, de tal manera que, a través de disposiciones legales, llámense leyes o disposiciones legales concedidas al amparo de la última dictadura, comenzó una carrera por alcanzar papeles dominantes en la prestación de los medios de comunicación. Y la historia de Papel Prensa es tan larga como trágica.
En 1968, con el objetivo de dejar de depender de los insumos extranjeros para poder publicar diarios y revistas, los principales periódicos del país obtuvieron del dictador Juan Carlos Onganía la decisión de construir la planta de Papel Prensa. El proyecto se armó luego en 1971 con los CIVITA de Editorial Abril, hasta que estos deciden priorizar el mercado brasileño y le venden las acciones a David Graiver, quien luego murió en un extraño accidente de aviación en EEUU. Graiver que era muy inteligente además de banquero había avizorado el gran negocio que suponía contar con una planta para abastecer de papel a todos los diarios de Argentina. Se crea entonces el Fondo para el Desarrollo de la Producción de Papel y Celulosa a través del Decreto Ley 18.312 de agosto de 1969. Y se fija una tasa de contribución del 10% a la importación de Papel hasta montar la fábrica papel argentina. De tal manera que todos los diarios pagaron durante 10 años el 10% de sus importaciones de papel.
Más adelante la protección arancelaria para la importación aumentaría a 49% por lo que la empresa se convertiría en la única alternativa posible para la adquisición de papel por parte de cualquier diario. Pero los Graiver fueron muy perseguidos por Martínez de Hoz.
En medio de esos debates, en 1971 se constituye Papel Prensa SACIF y M, y en Julio de 1972, con Alejandro Lanusse, luego de un concurso público fracasado, esta sociedad fue autorizada a funcionar por adjudicación directa. La composición original fue modificada, tras el ingreso de los capitales del Grupo Graiver, que llegó a tener la propiedad de las acciones clase A y C. Y Graiver vinculado con el Ministro de Economía del gobierno peronista. José Ber Gelbard, fue quien adquirió las acciones privadas a través de la firma «Galería Da Vinci». Luego los Graiver fueron señalados por los grandes medios como traidores a la patria.
Graiver -como señalo anteriormente- murió en un extraño accidente de aviación rumbo a EEUU.
La familia fue perseguida y secuestrada para ser presionada con el objeto de que transfieran las acciones de Papel Prensa. Antes ya habían tenido una oferta de Clarín y La Nación para comprarles la empresa. La oferta la había hecho un primo de Martínez de Hoz, Jorge Martínez Segovia. Este personaje trabajaba de mediador para quitarles las empresas a la burguesía local, primero por las buenas. Cuando llegó la intimación a la familia Graiver por parte de Martínez Segovia, la familia accedió a firmar un pre-convenio. Pero el diario La Prensa no se prestó a esa operación. Se realizó entonces una asamblea donde se licuaron las acciones de los Graiver. Esta familia ya estaba diezmada porque ya había sido detenida y un Tribunal de «Guerra» condenó a sus integrantes sobre la base de declaraciones arrancadas bajo torturas en el Pozo de Banfield y el puesto «Vasco» de Bernal.
En esas mismas sesiones de torturas murió Jorge Rubinstein, que había sido mano derecha de David Graiver y que había sido torturado con mas saña por su origen judío.
Sin los Graiver de por medio, La Nación, Clarín y La Razón llegaron con cierta facilidad a las acciones de Papel Prensa. Para 1977 Papel Prensa estaba constituida de forma cuatripartita: sus acciones se repartieron en forma equivalente entre los diarios Clarín, La Nación, La Razón y el Estado Nacional.
O sea que tres empresas del rubro periodístico se quedaron a un precio irrisorio( el traspaso de las acciones se hicieron a un precio tres veces menor que el real) con la planta de papel que todos los diarios del país habían pagado durante diez años. Primera gran estafa del Grupo periodístico, comunicadores de una supuesta verdad que consumieron los argentinos.
El Diario La Razón, como consecuencia de su quiebra de los años 80, le vendió todas sus acciones al «holding» Papel Prensa. Sin embargo el paquete accionario en vez de costar U$ 20 millones de dólares, le costó al Grupo solo U$ 6 millones de dólares. Mas tarde la Cámara de Apelaciones, iniciaría Juicio político al Juez Foiguel López por haber autorizado la venta de las acciones a precio vil. Segunda estafa de los grupos «mas serios que informan a los argentinos.
Pero como si esto fuera poco la historia cuenta que luego de la derrota de Malvinas, el Grupo Clarín consideraba que había que negociar «algo mas» con la dictadura en retirada, Y así fue que» transaron» con el último presidente de facto, Reynaldo Bignone el traspaso de las acciones correspondientes al Estado Argentino, al grupo Clarín por solo US 6 millones de dólares. Este acuerdo sería luego anulado por Raúl Alfonsín, al estimar que la parte del Estado valía no menos de U$ 25 millones de dólares.
Como recordarán los memoriosos, la foto histórica de Laura Ernestina de Noble, con Jorge Rafael Videla, brindando por la dictadura que sufrimos y supimos proteger, como un documento de la infamia de una empresa de Papel Prensa, manchada con sangre y torturas para apropiarse de un bien que sirvió para encubrir y todavía continúa con los más escandalosos fraudes a la Democracia.
Cuando Lidia Papaleo, viuda de David Graiver, se encontró con el Juez Julián Ercolini en una audiencia donde dictó la prescripción del juicio contra el grupo mafioso de Clarín y la Nación, le preguntó porqué lo había hecho, y este le respondió miserablemente:» Señora, me presionaron».
Hoy podríamos contestar que quienes lo presionaron fueron los mismos que le pagaron el viaje a Lago Escondido, con otros jueces y fiscales, a recibir dádivas penadas por la ley dada sus condición de funcionario público.-
Shakespeare decía «Algo huele mal en Dinamarca». Es el Poder Judicial Federal, no tenga ninguna duda.