El duro cruce verbal comenzó cuando García, mostrándose molesto con el accionar de lo que el llamó la “corporación medica”, apuntó sus cañones al hospital Santa Rosa por –según él- “no haberle brindado la atención necesaria”.
En cambio, Benítez se defendió aduciendo que a la mujer se la atendió permanentemente y que los estudios que le estaban practicando se “cortaron” cuando el intendente “mando a trasladarla a otro lado”.
Rosa González fue atropellada el martes pasado por una motoniveladora en la intersección de 9 de Julio y Chaco de esta ciudad. En el hospital Santa Rosa le detectaron heridas leves. Fue dada de alta pero el viernes debieron internarla por el avance de un cuadro infeccioso en una de sus piernas. Sorpresivamente, ese mismo día a la noche, fue sacada –por gestiones del intendente a través de dos médicos municipales- y llevada a un sanatorio privado.
Pero allí tampoco recibió la atención esperada. En consecuencia, se la trasladó a Concordia el domingo, gestión mediante del ministro Sergio Urribarri (que se encontraba en la ciudad para los actos del aniversario de su fundación) quien aceleró los tramites para que la mujer sea recibida en el Masvernat al mediodía. Horas después, falleció.
García se mostró molesto con el accionar del personal médico del nosocomio local, aduciendo que “no puede ser que esta mujer ingresa al hospital con lesiones leves, con excoriaciones, no tenía ni una fisura y resulta que se nos termina muriendo de una infección”. Y si bien reconoció que el sanatorio privado no recibió un trato mejor, no ahorró críticas hacia el hospital Santa Rosa.
En tanto, Benítez precisó que el intendente “miente cuando dice que no se la estaba atendiendo”. Sostuvo que, bajo ningún punto de vista, la mujer recibió una atención deficiente. “Está todo escrito en los registros hospitalarios. Día por día y hora por hora”, añadió.
El médico contó que la mujer ingresó con algunas excoriaciones y contusiones. Se le hizo una placa radiográfica, no se le encontró fisura alguna y se le dio anti-inflamatorios. “Se la tiene medicada unas horas y viendo su evolución favorable es enviada a su casa con el pedido de consulta con el traumatólogo”, informó.
Al día siguiente, el traumatólogo la examinó y volvió a descartar alguna lesión ósea. Se le recetaron anti-inflamatorios y antibióticos. Dos días después, detectaron un cuadro infeccioso en la rodilla. La mujer fue nuevamente internada en el hospital para realizarle algunos estudios y cambiaron el tipo de antibióticos por uno de un rango mayor “para que se pueda cubrir el mayor nivel de gérmenes”.
“Pero antes de poder contar con los resultados de laboratorio, antes de poder siquiera extraerle sangre para los análisis, la mujer es derivada, pasando por encima de mi autoridad, a otro lugar”, narró el profesional. “La paciente tenía sobrepeso y era diabética. Esto se sabia, como así también el hecho de que podía haber complicaciones en el cuadro infeccioso”, aseguró.
Consultado sobre si el no haberla sacado del hospital hubiera salvado la vida de la mujer, Benítez respondió que “no pudimos contar con el estudio de laboratorio –para saber cuan avanzada estaba la infección- porque nos sacaron a la paciente”.
Traslado sin autorización
Benítez también aseguró que “no le consta” que los familiares de González en algún momento le hicieran saber al médico que la trataba sobre su preocupación por el estado de la mujer. Éste hecho se contradice con lo manifestado por García, quien argumentó que actuó “ante la desesperación de los familiares de la paciente” debido a una supuesta situación de estancamiento en su evolución.
“Yo no soy médico, pero lo que percibía era la diferencia entre los informes médicos y las urgencias de los familiares de la mujer”, expresó la titular del Ejecutivo local. “Y me hago responsable, ante la preocupación de los hijos de la mujer, de haber presionado para que los médicos del municipio (los doctores Brarda y Brunini) gestionaran el traslado de la mujer a la clínica”, dijo.
García, en un primer momento, les solicitó a los médicos que le hicieran un informe pormenorizado para poder entender en términos claros que era lo que pasaba. Cuando le entregaron el informe, solicitó la derivación. “Y me hago responsable de esa directiva”, añadió.
Al respecto, Benítez dio su punto de vista diciendo que “al traumatólogo le dijeron que la iban a trasladar por orden del intendente y así como se lo dijeron se la llevaron”. Benítez reveló su enfado porque pasaron por encima de su autoridad como director y usaron la ambulancia del hospital sin permiso. “Cuando yo llegue al hospital, me encontré con una nota firmada por José Luis Panozzo (Director de Planificación Estratégica del Municipio) donde decía que tenían que retirar esa paciente. Ahora yo me pregunto ¿Con qué criterio un maestro (Panozzo, docente) y un ingeniero (García) autorizan la derivación de un hospital a un lugar privado?”, expresó el galeno.
Respecto a la continuidad del caso, Benítez adelantó que dialogará con su asesor legal para investigar, reunir todos los datos y la documentación que pueda haber para descartar una supuesta falta de atención.
En tanto, García subrayó que “acá esta a la vista que lo que se hizo no fue suficiente. Esto nos pone a varios actores en la necesidad de discutir un montón de cosas”. E ironizó al respecto: “estoy esperando la carta documento de la corporación médica por lo que hice o lo que dije, pero no me preocupa.”
Tampoco faltan en este caldo las lecturas políticas del hecho. García y Benítez fueron envueltos en una polémica cuando el galeno asumió como director del hospital bajo el padrinazgo del diputado Engelmann, rival político del intendente. “Me parece desagradable que se use la muerte de una mujer para ensuciar una institución como el hospital” sostuvo. En tanto que García afirmó que “si yo hubiera estado el frente del hospital esto no hubiera ocurrido” remarcó. “Yo no fuí el que dijo (en alusión a Benítez) que con tres horas diarias alcanzaba para atender al hospital”, finalizó.
