El Intendente de Chajarí saltó, “estamos con Gualeguaychu, no con el corte”

En la nota a DIARIOJUNIO destaca que “el pueblo de Gualeguaychú ha dado un fenomenal ejemplo a todo el mundo de lo que puede lograrse con una convicción colectiva. Ellos han logrado evitar la instalación de la papelera española ENCE, dando un enorme beneficio ambiental al Río Uruguay, a su ciudad y a toda la Provincia de Entre Ríos. Casi todo el arco político y el pueblo entrerriano está y ha estado siempre a favor de la lucha ambiental de Gualeguaychú.
En Chajarí hemos realizado innumerables actividades de concientización respecto de esta problemática e inclusive he sido muy criticado por abandonar la micro-región cuando parte de la dirigencia de las ciudades correntinas que la integran se manifestaron a favor de la instalación de las pasteras. Mi convencimiento ha sido demostrado repetidas veces y eso me da autoridad para disentir con los compañeros en cuanto a su metodología”.
Dicho esto, aclara que “el corte del paso internacional es gravísimo, no es un tema de la ciudad de Gualeguaychú, ni si quiera de Entre Ríos. Es una cuestión de relación entre países, que afecta a todos los argentinos, frente a lo cual los entrerrianos tenemos algo que decir, pero no podemos sentirnos dueños. Coincido con el gobernador Urribarri, quien ha tomado una actitud conciliadora, pero jamás pierde de vista el hecho de que la metodología del corte provoca mayores daños que soluciones.
Por lo demás, hace ya mucho tiempo que el puente internacional está cortado, pero Botnia se construyó, se puso en marcha y sigue trabajando sin el más mínimo inconveniente. “No existe mayor prueba que esa, de la efectividad de la medida”. Mientras tanto, continúan deteriorándose las relaciones entre los pueblos.
Una medida tan extrema como el corte de un paso internacional, puede verse como un acto desesperado de un pueblo que no ve otra solución a un tema tan grave, pero desde el estado jamás puedo avalarlo, porque estaría habilitando la resolución de los problemas por la fuerza. Y esto generalmente tiene costos sociales demasiado altos. Han sido muy decentes nuestros vecinos perjudicados en no provocar una escalada de violencia. Si queremos convivir pacíficamente, es importante que entendamos que los derechos nuestros terminan donde comienzan los derechos de los demás.
El optimismo es indispensable para la solución de los problemas, y mi optimismo no es caprichoso, sino que tiene una base cierta. Un pueblo con la madurez colectiva suficiente como para luchar de la manera que lo hace, no tengo dudas que también tiene la madurez como para medir las consecuencias de sus actos, que a esta altura son muy graves”.
Al final, se ofrece “desde mi humilde posición, pido a la asamblea de Gualeguaychú que abra la posibilidad de un cambio en la estrategia y desde ya, me pongo a disposición para acompañar con el mayor de los compromisos, la lucha sobre la cual jamás tuvimos dudas”.

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