Un camión de Gendarmería se colocó sobre la calzada, exactamente en el lugar donde se ubican los vendedores, mientras que algunos conos impiden que automovilistas estacionen hasta mitad de cuadra. Un móvil policial vigila de cerca y los inspectores permanecen en la esquina esperando a los vendedores que ayer no intentaron colocar sus mesas. A excepción de un grupo que se retiró por su cuenta luego de mantener un diálogo con quienes encabezan el operativo.
Marcelo Tessani, Jefe del departamento de Inspección General, indicó que hoy seguirán con la misma orden con la que actuaron ayer. La decisión del Ejecutivo municipal es que no se instalen más en calle Quintana, en las veredas de la Catedral y la Cooperativa Eléctrica ni en la peatonal. “Si se instalan tenemos orden de decomisarles la mercadería. Hay un mandamiento dispuesto”, dijo.
La novedad es que el intendente se reunirá a las nueve de la mañana con los vendedores que reclaman un lugar donde ejercer su actividad. “Los recibirá y ahí se verán los pasos a seguir”, indicó. El encuentro servirá para buscar un lugar alternativo. Hasta esta mañana había algunas hipótesis pero nada firme. “Ahora a las nueve se va a saber”, dijo el jefe de Inspección General.
Ayer, durante toda la mañana, un grupo de puesteros se colocó a poca distancia del operativo. Tocando el bombo y con una bandera que decía: “Señor intendente, queremos trabajar”, manifestaron ruidosamente su rechazo a la decisión de no dejarlos instalarse. Los inspectores son conscientes de la necesidad de los puesteros pero, al mismo tiempo, Tessani aclaró: “acá no pueden estar más”.