En la madrugada del 17 de agosto, tras el fin de semana largo por el recordatorio de la muerte de José de San Martín, la sala de juegos fue asaltada por media docena de malvivientes, que redujeron a la guardia de la policía provincial y se alzaron con el botín en tan sólo siete minutos.
Inicialmente, el monto denunciado por las autoridades del casino, explotado por la firma Palmar Hotel era de 369.000 pesos. Juan Rosatelli, subjefe de la Policía, llegó a detallar que, del global, 240.000 pertenecían al Instituto de ayuda financiera a la acción social (Iafas) y 129.000 de la empresa privada que explota el juego por concesión.
Pero tres días después, luego de un encuentro entre directivos de la empresa y del Iafas con el fiscal a cargo de la investigación, Fabio Zabaleta, los empresarios informaron que un concienzudo arqueo de caja llevó a la conclusión de que el faltante ascendía a 530.000.
Diez días después del hecho, un ex agente de la Federal estuvo detenido unas horas por su presunta vinculación con el hecho, pero luego fue liberado.
En noviembre, la Justicia ordenó levantar el secreto de sumario con la esperanza de que la divulgación pública de algunos elementos del atraco aportara algo de luz sobre lo sucedido. También por esa fecha, los fiscales que siguen la causa buscaban en Capital Federal una pista que podría estar vinculada con el ilícito, que continúa sin detenidos, consigna Apf.