No obstante, mientras el proceso transcurra, los deudores tendrán una nueva oportunidad para arreglar la situación. Claro está que a diferencia de quienes acudieron dentro del primer plazo, los que decidan hacerlo de ahora en adelante, deberán asumir también otros costos, por ejemplo los correspondientes a honorarios profesionales.
Si finalmente, llega la sentencia de desalojo sin que el adjudicatario se hubiese presentado, se le ofrecerá la opción de entregar la vivienda o cancelar la totalidad de su valor, explicó a EL DIARIO, Elsa de Yánez.
La funcionaria del Instituto precisó que “no sólo no se presentaron adjudicatarios que no pueden o no quieren pagar sino que, también hay casos en los que la ocupación de la vivienda no es regular”. Ocurre que existen quienes vendieron las viviendas, otros que las abandonaron y fueron ocupadas por intrusos. “En esos casos no se animan a presentarse pero deben hacerlo para ver cómo regularizan y si pueden empezar a pagar a su nombre”.
En definitiva, “el IAPV no quiere desalojar sino regularizar las titularidades y el pago de cuotas”, aseguró Yánez.
Habrá intimaciones en todos los barrios en los que el IAPV tiene la cobranza. Menor cantidad de respuesta a la convocatoria del Instituto se registró en los barrios Paraná V, Paraná XIV, Paraná XVI, “barrios antiguos, con mucha deuda donde creemos que pueden existir irregularidades de titularidad”, describió Yánez.
En tanto, se presentó la mayoría de los intimados que habitan los barrios por los que se pagan cuotas más elevadas. “Creo que han tomado conciencia de los valores actuales de mercado; de que lo que están pagando no es algo excesivo, y que el IAPV les ha dado una oportunidad”, interpretó la funcionaria.
La lectura que hace de la situación es que “la gente perdió el comportamiento de pago —época del Bono Federal, falta de ingresos, etc. — de modo que sacaron del presupuesto el valor de la vivienda y tuvieron otras prioridades. Ahora, con esta oportunidad —cuotas parciales— muchos de los que se presentaron a la moratoria, ya se acostumbraron a pagar y reincorporan esa obligación al presupuesto familiar”.
“Queremos que la gente empiece a darle importancia, que piense que es su vivienda, que va a tener su título de propiedad”, es lo que manifiesta la funcionaria, nuevamente a la luz de la experiencia. Tal como ella misma relata “muchos vienen y dicen: ‘mi vecino no paga, yo no pago’. Lo que le contestamos es ‘su vecino nunca va a tener la propiedad, el título y usted sí’”.
En ese sentido, aseguró que “todo lo que se ha adjudicado es porque se demostraron los ingresos suficientes en el momento de la operación. Lo que ocurre es que en muchas oportunidades se consiguen ingresos familiares valederos, pero luego se aduce la pérdida de un trabajo o la disminución de las remuneraciones. Verdades a veces, excusas otras”, manifestó
Además de reconocer la importancia de la propiedad, Yánez insiste en la importancia de “asumir que el sistema solidario ayuda a seguir construyendo para el exceso de demanda que tenemos y que no es posible atender.