“Las actuaciones están en la Justicia que es quien debe, en todo caso, suministrar los datos”, añadió el secretario. De todas maneras, se realizó un sumario interno: “que no arrojó luz sobre el tema pero que nos va a servir en todo caso para tomar algunas determinaciones”, indicó.
El Consejo de Administración se reunirá esta semana para considerar el tema y analizar la posibilidad de tomar alguna medida interna. “Es bastante complejo”, adelantó Pérez. Si se determina que existe responsabilidad directa de parte de un empleado “probablemente podría ser descontarle la suma”.
El fin de semana del 25 y 26 de febrero, desconocidos hurtaron cerca de $ 39.400 de las arcas de la Cooperativa Eléctrica. “Nunca queda esa cantidad de dinero en el edificio, eso fue excepcional y muy bien aprovechada por cierto”. En la actualidad, en el edificio sólo queda el cambio de las cajas de recaudación.
Transcurridos más de 40 días del hecho, lo único que queda claro es que se accedió con llaves que pertenecen a la empresa. “De que manera salieron las copias, no podemos todavía determinarlo. Pero no hay ninguna duda que no fue una intrusión externa”, sostuvo Pérez.
En la distribuidora está pendiente la resolución de la compañía aseguradora sobre si habrá una restitución del dinero y si ésta será total o parcial. “Nosotros tenemos un seguro por una suma superior a lo robado, pero las compañías de seguro tienen también sus recaudos y el hecho que la llave haya estado dentro del ámbito de la Cooperativa nos pone en una situación difícil. La compañía podría considerarlo un autorrobo o un descuido al dejar los elementos de protección que permiten el robo”, añadió.
Cuando se produjo el hurto, no había personal de seguridad dentro del edificio en horas nocturnas porque se retira a las 22 hs. “Ahora estamos considerando los costos de un sistema de alarma monitoreada o la permanencia de personal de seguridad en forma constante”, dijo Pérez.
Una alarma monitoreada significa que existe personal de una empresa que vigila constantemente la actividad del sensor. En caso de alguna alteración, “de inmediato acuden al lugar o da aviso a las autoridades policiales”, señaló el secretario. “A diferencia de otro tipo de alarmas que suenan y suenan y nadie les lleva el apunte. Nosotros hemos probado poner en marcha la alarma de incendios pero nadie acude”, indicó Pérez.
En caso de activarse la alarma, la Jefatura Departamental de Policía se encuentra bastante cerca, cruzando la plaza 25 de Mayo. Sin embargo, Pérez sostuvo que no es suficiente. “Tengamos en cuenta que este fin de semana, acá enfrente fue desbaratada por tercera vez un pequeño kiosco (en la plazoleta del Auditórium) que hay enfrente. Eso no significa nada. Pero no estamos culpando de ninguna manera a las autoridades”.
Aunque en la distribuidora prometen no dejar más una suma tan grande de dinero en efectivo, Pérez sostuvo que no será vana la adopción de otras medidas de vigilancia. “Tenemos que tener en cuenta el valor en efectivo que queda y el equipamiento importantísimo que queda dentro del edificio que debe ser protegido”, detalló.
A nivel económico, la cifra sustraída “no es importante que afecte a la empresa”. Pero, simbólicamente, el hecho en sí es grave. “Para la opinión pública es importante; significa una falla en nuestra prevención, en nuestra seguridad; somos conscientes de eso”, finalizó Pérez.
