Romero se ausentó de su domicilio el lunes 5 de julio a las 7 de la mañana y fue encontrado recién el sábado pasado por la zona de la localidad de La Criolla por un conocido, a pesar de que varias seccionales, cuerpos especializados de la policía, perros adiestrados y vecinos lo buscaban sin descanso. Antes de su desaparición se hablaba de que Romero había perdido el trabajo que mantuvo por alrededor de dos décadas en el complejo termal de Avenida Monseñor Rosch y caído en una profunda depresión que lo llevó a ausentarse de su casa, de su barrio y lugares donde concurría. Romero es padre de 9 hijos y su mujer está embarazada de un décimo.
Esta tarde, el abogado del atleta dijo a este medio que la cuestión penal terminó porque se abrió por averiguación de paradero, no hay sujeto imputado ni investigación pendiente, pero ahora se está iniciando una investigación de índole laboral para determinar en qué marco Romero perdió el trabajo.
“Ahora se está investigando en el orden laboral. Lo que tenemos ahora es la versión de Romero en contraposición con la versión de la patronal de las termas. Lo que mi cliente manifiesta es que fue forzado a firmar la renuncia. Esto puede derivar en una causa penal o no. Lo que tenemos que ver ahora es si esa renuncia es válida y si accionamos penalmente por algún otro tipo de figura”, explicó Jauregui.
El letrado manifestó que hay pruebas fílmicas que dan entidad a lo que Romero relata: “Nosotros tenemos filmaciones que dan cuenta que este hombre fue acompañado por gente de la patronal a firmar la renuncia al Correo Argentino. Las cámaras nos dan la correspondencia de lo que él dice con fecha y hora.”
Jauregui adelantó también cuáles serán los pasos a seguir desde el estudio de abogados que dirige: “Lo que ahora vamos a hacer es tratar de establecer un diálogo extrajudicial con el concesionario de las termas a los fines de evitar una acción legal, sino nos vamos a ver obligados a avanzar en lo penal y en lo laboral. Lo que tenemos que tratar de dilucidar es si la renuncia fue voluntaria o instigada, si la voluntad estaba viciada o no. La depresión y su desaparición son consecuencia de lo que firmó, que todavía no lo pudimos analizar porque no hemos podido acceder a esa documentación hasta el momento. Lo que él sostiene es que lo forzaron. Seguramente del otro lado tendrán otros elementos.”
Ante la pregunta de este medio sobre cuál debería haber sido la acción correcta y legal de parte de la empresa para prescindir de Romero como empleado, en el supuesto caso que hubiera razones justificadas para hacerlo, Jáuregui explicó que “si hubiera sucedido alguna acción delictiva de parte de mi cliente lo que hubiera correspondido era meterle un telegrama de despido causado.”
VERTER y “Aguas Termales de la Concordia”
La firma VERTER S.A. cedió sus derechos de explotación del complejo termal a una nueva sociedad denominada “Aguas Termales de la Concordia».
Aquella sociedad, dirigida casi con exclusividad por una familia de apellido Fernández, soportaba un juicio millonario con la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA) y de un puñado de ex empleados a los que había echado sin pagar indemnizaciones, a los que no les había hecho aportes, a pesar de habérsele descontado oportunamente de sus recibos de sueldos.
Con el aparente objetivo de que no embarguen las recaudaciones, la sociedad empezó a trabajar con CUIT de terceros, ajenos a la concesión, y la firma original fue dejada insolvente. Cuestiones que salieron a la luz pública y fueron denunciadas en el Concejo Deliberante de la ciudad.
La nueva sociedad que administra el complejo, “Aguas Termales de la Concordia», sería una fusión de los antiguos titulares de VERTER con la incorporación de socios interesados en el nuevo emprendimiento de embotellar agua termal.