“El gran sueño es tener grandes fábricas como las que tuvo Concordia”, dijo Doronzoro

Doronzoro comenzó señalando: “hace más de 25 años que algunos politólogos han pronosticado el fin del proletariado, vaticinaban el fin del trabajador asalariado. Hubo políticas neoliberales que se dieron en Argentina y Concordia no estuvo exenta”.
La situación actual “se debe a una crisis de empleo en la cual el estado quedó obsoleto frente a esta globalización, que se pensó como una dinámica de incrementar constantemente la competitividad y eso generó la expulsión de la mano de obra calificada de varias organizaciones de trabajo”.
El secretario general de la Uocra explicó que “muchos compañeros nuestros nos cuentan sobre las grandes fábricas como Yuquerí, Sasetru, Pindapoy. No hubo una política de contención social de un estado que los capacite. Se los excluyó, tenemos compañeros que eran conductores ferroviarios, maquinistas del Ferrocarril General Urquiza que fueron excluidos del mercado laboral y recalaron en la actividad nuestra”.
Doronzoro aseguró que el Indec establece que el trabajo informal en Concordia es “altísimo”. “Sobre la población activa, el 55 % es informal. Se le dice informal pero son trabajadores en negro”, explicó. “Nosotros pretendemos que el sector capitalista tengan un comportamiento y los tengan formalmente a los trabajadores como se merecen”, añadió.
El titular de la CGT mencionó el “alto grado de accidentología” existente en la construcción. “Es una de las actividades que más trabajadores informales tiene. Nosotros, en las reactivaciones que hay, no tenemos mano de obra calificada porque muchos están trabajando informalmente. Vemos emprendimientos en los countrys, en los chalets, remodelaciones de casas. Hay comportamientos que no son los adecuados entre capital y trabajo”.
Doronzoro también aseguró que: “se ha perdido la cultura del trabajo”. Atribuyó la pérdida a la existencia de un estado “asistencialista” y a la “política neoliberal”, “donde a la gente le era más conveniente cobrar los planes Jefes y Jefas de Hogar que tener que ir a una responsabilidad de trabajar”.
Otra consecuencia de la aplicación del paradigma neoliberal fue la pérdida de la solidaridad en el trabajo. “Había muchos trabajadores que se le daba un trabajo por producción. Eso no es casualidad, es una política establecida porque los salarios eran chatos, se ganaba por debajo de la línea de pobreza. Esas cosas llevó a los trabajadores a tomar una actitud de trabajo empresarial”.
Por ejemplo, Doronzoro citó el caso de un oficial albañil que normalmente hace revoques gruesos de 13 o 15 metros diarios. En cambio, le dabas por tarea y te hacía 30 metros por día, algunos más. Lo que podría hacer en dos días lo hacía en uno. Eso es un autofinanciamiento de su trabajo”.
Para Doronzoro, “lo ideal es que la informalidad pasara a ser una cuestión formal, lo que va a arrojar datos importantes en lo que es la pobreza y la indigencia”. También señaló que “a los trabajadores informales les pagan mucho menos que lo que establece un convenio colectivo de trabajo”.
El gremialista reconoció que “no se está bien en Concordia ni en la Argentina ni en la provincia, los datos lo indican así. Lo dijo el presidente Kirchner, estamos saliendo del infierno. Pero hay que ver algunos cuadros. Nosotros vivimos la crisis de 2001, sabemos las consecuencias que sucedieron en el Estado, el país”.
A diferencia de los agitados años anteriores, Doronzoro indicó: “las cosas ahora están mucho más apaciguadas, más tranquilas. Hay otras alternativas, hay otras cuestiones que van teniendo los trabajadores informales para ir ganándose el pan diario”.
Uno de los desafíos que deben afrontar las organizaciones gremiales “tiene que ver la forma de encontrar la formalidad a esos trabajadores”. “En la actividad nuestra, hay que ser honestos, hay un alto grado de accidentología y de siniestralidad y es una de las actividades que más trabajadores informales tiene”, admitió.

La salida

El sindicalista aseguró que una de las alternativas viables es invertir en políticas sustentables, “Es el gran debate. Nosotros vemos que hay trabajo en el sector público, en la Cafesg, el Iapv, obras que se están ejecutando en Masisa, emprendimientos privados en el departamento o en Concordia mismo”
“Hay que generar infraestructura al sector privado para que invierta”. Como ejemplo., Doronzoro mencionó la autopista sobre Ruta 14. “Infraestructura edilicia, de servicios esenciales, como aguas, cloacas, luz, abaratamiento de la energía. Es el Estado el que tiene que garantizar a estos inversores y ellos también deben hacer el esfuerzo”.
“Pero el sector empresario también tiene que tomar responsabilidades ante estas cuestiones”. Luego hizo referencia a un temor que envuelve a los empresarios y desalienta la inversión: la industria del juicio. “Hoy creo que las cosas se han cambiado. Uno escucha opiniones del sector empresario que no quiere invertir por los riesgos que implica Concordia. Esperemos que tengan confianza”, explicó.
Más adelante, indicó que “no es fácil creer que un trabajo se hace con una fuerza-idea de un sector, tiene que tener un Estado que garantice la seguridad para la inversión. Tenemos que tener un capitalista que invierta, la fuerza laboral siempre está a disposición, una política creíble para que los inversores apuesten a Concordia y generar las condiciones de trabajo”.
“Se tiene la esperanza, hay que agudizar el ingenio y trabajar en consecuencia para que realmente esta Concordia sea pujante. No sólo la construcción, tiene que ser la citricultura, el arándano, generar turismo, con todas las maravillas que tiene, no es explotada como tal. Hay que tener la convicción que todos deben hacer un esfuerzo para salir”, añadió.
Por último, expresó: “el gran sueño es tener una gran fábrica como fue las que tuvo Concordia. Me gustaría ver el día de mañana tener un emprendimiento como se ha tenido como Pindapoy o la Cap Yuquerí”.

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