La interrupción del servicio fue decidida por ALL -según la información proporcionada por TEA- «en virtud de orden impartida por la CNRT dependiente de la Secretaria de Transporte de la Nación».
El Gran Capitán, el servicio que unía la estación porteña Federico Lacroze con la ciudad de Posadas, sufrió varios trastornos y varamientos desde que fue reinaugurado en 2003 tras más de una década de estar cerrado. El último antecedente es la odisea sufrida a partir del domingo pasado por 500 pasajeros que viajaban a Buenos Aires.
El trayecto previsto para alrededor de 26 horas -el tren recorre unos 1.200 kilómetros a un promedio de 50 kph por el mal estado de las vías- se cumplió en unas 46, con perjuicio para los pasajeros que pasaron situaciones de hambre y sed, aunque luego se vieron retribuidos con la totalidad del costo del pasaje, tras la gran repercusión mediática que tuvo el hecho.
En ese momento, la Secretaría de Transporte difundió que el servicio no tenía autorización del Gobierno Nacional para funcionar, sino un permiso precario extendido por la Provincia de Corrientes, y que el proceso de licitación del servicio que se había abierto desde la Nación estaba suspendido por una acción judicial emprendida por la empresa TEA.