"El único objetivo es tomar por la fuerza lo que no conquistaron con las urnas", advirtió la presidenta, que además aseguró que está en juego "el futuro del país". "No cometí crimen, no tengo cuentas en el exterior, no recibí coimas, jamás fui corrupta", se defendió la jefa de Estado.
El último discurso de Dilma antes de dejar el poder. Foto: Reuters / Adriano MachadoEl último discurso de Dilma antes de dejar el poder. Foto: Reuters / Adriano MachadoFoto 1 de 10
"El destino siempre me reservó muchos y grandes desafíos. Algunos parecían imposibles, pero conseguí vencerlos. Ya sufrí la tortura, ahora sufro otra injusticia. Lo que más duele es percibir que estoy siendo víctima de una farsa jurídica y política", arremetió la mandataria brasileña.
"El destino siempre me reservó muchos y grandes desafíos. Algunos parecían imposibles, pero conseguí vencerlos. Ya sufrí la tortura, ahora sufro otra injustica. Lo que más duele es percibir que estoy siendo víctima de una farsa jurídica y política", arremetió la mandataria brasileña.
Sin embargo, Dilma no se mostró derrotado sino que aseguró que se apoyará en el pueblo de su país: "Aprendí a confiar en la capacidad de nuestro pueblo, ya viví muchas derrotas y grandes victorias. Pero nunca imaginé que sería necesario luchar de nuevo contra un golpe en nuestro país". "Tengo certeza de que la población podrá decir no al golpe", dijo.
Antes de concluir, Dilma envió el mensaje más fuerte de todos; le habló directo al pueblo: "Manténganse movilizados, unidos y en paz. La lucha por la democracia no tiene fecha de fin, necesita de nuestro compromiso constante. Siempre vale la pena luchar por la democracia. Jamás vamos a desistir".
A la salida del Palacio del Planalto, Dilma fue saludada y seguido por sus partidarios, que esperaron que vuelva a pronunciarse sobre el impeachment.
Escoltada por su padrino político Lula da Silva , Dilma dijo: "Es un día muy triste. La joven democracia brasileña está siendo golpeada. Este proceso es un golpe, este es un crimen que no cometí. Soy víctima de una gran injusticia".
"No soy una mujer que acepta chantajes. Está en juego nuestra constitución. La oposición quiere reducir las políticas sociales. Es un gobierno ilegítimo", dijo la presidenta suspendida en las afueras de la casa de gobierno.
La mandataria brasileña recibió hoy la notificación en que se le comunica que el Senado decidió someterla a un juicio político con miras a su destitución, con lo que quedó oficialmente suspendida de su cargo, publicó La Nación.
Asimismo, el vicepresidente Michel Temer ya fue notificado que se convirtió en el presidente de Brasil. Antes del mediodía, el primer secretario del Senado, Vicentinho Alves, fue el encargado de transmitir el mensaje.