Es de destacar que, ahora, las relaciones entre ambas delegaciones no pasan por el mejor momento. El anuncio unilateral de reducir la cantidad de delegados no cayó nada bien entre la delegación argentina, tampoco la propuesta de disminuir los salarios. Además, el ministro de Industria, Minería y Energía, doctor, Jorge Lepra, acaba de formular declaraciones contra los argentinos consideradas agresivas. Aunque sus dichos estuvieron vinculados al conflicto por las papeleras, repercutió en la reunión de CTM y aumentaron los resquemores.
Los nuevos Delegados uruguayos ante la CTM son los ingenieros Enrique Topolansky y Gabriel Rodríguez, ambos vinculados a la empresa estatal UTE (Usinas generadoras de energía y Transmisiones Eléctricas), los dos están radicados en Montevideo. Se supone además que, el tercer Delegado será propuesto por Cancillería y descartan que también será oriundo de la capital uruguaya.
Las críticas que se escuchan del lado argentino es que en el tema Salto Grande, Uruguay acentúa su visión centralista ; que hay un intento de copamiento por parte de UTE y que, por eso mismo, a Salto Grande la ven solo como una empresa de energía, es decir, desdeñarían los principios fundacionales donde, la producción de energía es solo uno de los objetivos, ni siquiera el principal.
Tanto aquí como en el conflicto por las papeleras hay final abierto.