La directora nacional de Migraciones, Florencia Carignano, dijo este lunes que el Gobierno analiza la reapertura de las fronteras terrestres con Uruguay y Chile a partir del 6 septiembre, también la posibilidad de llevar a 2300 el cupo de pasajeros que pueden ingresar al país, siempre que la curva de casos de coronavirus siga en descenso.
La funcionaria explicó que se evalúa reabrir las fronteras terrestres sólo para los países vecinos de Uruguay y Chile, a partir del 6 de septiembre, para lo cual las provincias deberán disponer de un corredor seguro y elaborar un protocolo de aislamiento igual que en Ezeiza. Señaló la necesidad de que cada jurisdicción controle el cumplimiento de la cuarentena obligatoria de esas personas.
La consideración de habilitar las fronteras terrestres con los dos países mencionados responde a que la mayoría de sus poblaciones están inmunizadas con dos dosis de la vacuna contra el coronavirus y su curva epidemiológica se muestra en descenso.
Según explicó Carignano, “la idea es que aquellas provincias que tienen límites con Chile o Uruguay, y quieran tener una reapertura de sus fronteras, deberán presentar un protocolo de aislamiento y hacer un corredor seguro, lo que implica tener un lugar de testeo en frontera.”
Entre los requisitos que deberán cumplir las provincias se encuentran:“que haya un laboratorio de llegada para testear a los ingresantes, que diga dónde se van a aislar a las personas que lleguen y que indique cómo se van a llevar la muestra al Malbrán para saber qué tipo de variante es” en el caso que se detecte el virus en algún ingresante.
Asimismo, la funcionaria adelantó que a partir del 6 de septiembre, y siempre y cuando la curva de casos de coronavirus siga en descenso, se pasaría de las actuales 1700 a 2300 las personas que puedan ingresar por día al país.