A continuación, la nota textualmente:
“Aunque la realidad tan cambiante e inesperada de este primer año de gestión pueda ocultarlo o distorsionar mi imagen, soy de los que piensan que siempre se pudo haber hecho más de lo que se hizo y que lo que se hizo pudo haberse hecho mejor.
Asumí con el compromiso de que la transición gubernamental en la provincia no causara las tensiones que ocurrieron en Entre Ríos cada vez que cambiaba el gobernador.
Y he cumplido cabalmente mi palabra.
Dije que no venía a hacer más de lo mismo y hemos generado en este primer año acciones innovadoras que tomarán volumen el año entrante.
Dije que privilegiaría la educación y estamos en el programa de infraestructura educativa más importante desde el advenimiento de la democracia.
Dije que buscaba generar en Entre Ríos la idea de la vitalidad y estamos en el programa de obra pública también sin dudas más importantes de las últimas décadas.
Claro que falta mucho, pero no porque no se haya hecho mucho sino porque es gigantesco lo que hay por hacer en esta provincia.
Modernizar el Estado, modernizar la educación –con el desafío adicional de no poder pagar a los docentes el salario que ellos suelen reclamar- transformar la economía provincial procurando darle más escala, más competitividad, más valor y más integración a los complejos productivos, son objetivos que esperamos encarar con fuerza en una segunda etapa ya más consolidada del gobierno.
El conflicto con el campo fue un evento que signó y signará mi gobierno sin dudas.
Provocó desconfianza, grietas, incomprensión, distancias, enojos.
Pero no le temo a las dificultades. Las dificultades tampoco me hacen perder la calma. Y tengo la virtud de no ser rencoroso. Por eso, trabajamos duro a favor del campo dentro de nuestros márgenes de acción.
De todas estas cosas, hay tiempo todavía para que los entrerrianos se den cuenta y lo perciban adecuadamente. De ningún modo pretendo que lo hagan ahora mismo.
Cuando uno no se obnubila con el poder, desde este escalón más alto del Estado provincial suelen verse las cosas bastante claras: y aunque siempre hay matices, veo a los principales actores de esta provincia, políticos, económicos y sociales, ciertamente esperanzados y con una actitud colaboradora para sacar adelante a la provincia y hacerla despegar.
Será la habilidad de este gobernador tornar esas esperanzas en participación y esa participación en acciones eficaces para hacer de Entre Ríos –como siempre digo- una de las mejores provincias de la Argentina y de Latinoamérica.
Finalmente, en este año, he sido criticado por algunos por mi cercanía a la Presidenta y al ex presidente Kirchner.
Al respecto quiero ser muy claro: más allá de compartir totalmente convicciones políticas, cada día que pasa me siento más orgulloso de esa cercanía porque nunca, ningún gobierno nacional, ni el de Alfonsín, ni los de Menem, ni el de De la Rúa ha hecho tantas obras de infraestructura como los gobiernos de Néstor y Cristina. Y esto es algo objetivo, real.
Por eso, este ha sido un año difícil. Conflicto con el campo, sequía, crisis mundial.
Aún así para Entre Ríos, ha sido un año mejor. Eso es lo que cuenta”.