El Consejo de Administración sustanció dos sumarios en función de los expedientes 468/2020 y 426/2020 por irregularidades referidas al uso y rendición de gastos efectuados con las tarjetas corporativas del Garrahan y el uso indebido y personal de un vehículo oficial. El informe de la instrucción de los sumarios dice por ejemplo que “en el caso de Kambourian encontramos más de ciento veinte gastos tanto en el exterior, Estados Unidos, España, como en el interior del país. Dichos gastos incluyen almuerzos, cenas, refrigerios, taxis, gastos de farmacias”. En el informe se señala que parte del dinero se usó en días que Kambourian estaba de licencia. Igualmente se aclara que, además, los gastos tienen que estar autorizados y sobre todo deben tener justificación en función de las actividades del hospital. Por ejemplo –según el informe– hay “gastos nocturnos” y otros realizados durante los fines de semana o feriados sin que se exponga la relación con el Garrahan. “Es por ello que consideramos que los gastos descriptos no pueden ser avalados de ningún modo. No se encuentran justificados en orden al funcionamiento, metas o fines de la institución”, completan.
La resolución del Consejo de Administración va resumiendo las conclusiones de seis anexos en los que se analizaron gastos que consideraron no justificados. En su artículo 2, el Consejo sostiene que existió “un real perjuicio para el Hospital Garrahan”, por lo que se intima al pediatra a depositar la suma, a valores históricos, de 220.741,35 pesos y 5.874,03 dólares. «A valores históricos» significa que habrá que sumarle la actualización. Por los gastos en la tarjeta corporativa enumerados en los anexos I y II, se lo intima a depositar otros 123.272 pesos y otros 4.735 dólares. Y en el punto 4 de la resolución se lo intima a devolver la suma de 97.468 pesos y otros 1.138 dólares, según las constancias de los anexos III, IV, V y VI.
Hay todavía una exigencia adicional por 383.317 pesos que, según otra resolución del Consejo, deberían haberse depositado a los 10 días de firmado el dictamen. Este dinero tiene que ver con la utilización de un vehículo del Garrahan. El texto dice que “Kambourian dispuso durante el período en cuestión del vehículo de manera exclusiva para uso personal o de personas allegadas, incluso familiares ajenos a la institución”. Se consigna que el chofer, Damian Paryniuc, utilizó el vehículo para trasladar a la esposa y el hijo del pediatra y que además hubo oportunidades en que ella lo conducía. Hay actas como las número 472 y 474 en que se deja constancia de que Kambourian se llevaba la camioneta habiendo pedido licencia, es decir pura y exclusivamente para uso personal. Según la resolución del Consejo de Administración, el Doctor Muerte se quedó con el vehículo durante un año y medio, de febrero de 2018 a septiembre de 2019.
En función de esos datos, en el sumario calculan el gasto en combustible, la amortización del auto y nada menos que 43.300 pesos por infracciones de tránsito, lo que en total suma los 383.317 pesos que le exigen depositar en 10 días. En todos los casos, se le hace saber que en caso de no restituir el dinero, se iniciarán acciones legales.
El Doctor Muerte ya se enteró del proceso que se le sigue y va esbozando una defensa que no responde a las acusaciones. «Autoridades del Hospital Nacional (Garrahan) están un tanto inquietos, me cuentan. Y sí. Formar parte de un gobierno que se va se hace difícil. Perseguir no es una solución, estimados». Como se ve, el pediatra se suma además a la línea de aroma golpista que esbozó Mauricio Macri con la frase de que acompañará «la transición».
Kambourian se sustentó en críticas incendiarias a todos los funcionarios de Salud del oficialismo, empezando por Carla Vizzotti y Nicolás Kreplak. Los hacía responsables de las muertes y pese a no ser epidemiólogo, se dedicó a polemizar con los integrantes del Comité Asesor de inmunólogos creado por el presidente Alberto Fernández. Prometiendo desastre tras desastre se paseó por los programas de televisión alineados con Cambiemos. En su momento se decía que Mauricio Macri le iba a dar un cargo en el Ministerio de Salud, pero terminó al frente del Garrahan y durante este año se candidateó como concejal en Malvinas Argentinas, el distrito donde inició su carrera de la mano del controvertido intendente Jesús Cariglino. La lista que encabezó perdió en las PASO, Kambourian quedó quinto en la lista definitiva y finalmente no consiguió el cargo el domingo pasado. Le fue mejor que a su mentor, Cariglino. El exintendente quedó 21 en la lista de Juntos para diputados nacionales y tampoco consiguió la banca. Como se sabe, Leonardo Nardini le ganó en 2015 la intendencia de Malvinas Argentinas. Este domingo, el Frente de Todos le dio una auténtica paliza a Juntos en ese distrito: la diferencia fue nada menos que de 23 puntos, 50 por ciento a 27 por ciento.
En agosto pasado, el entonces jefe de Gabinete de Axel Kicillof, Carlos Bianco, no se olvidó de Kambourian en una conferencia de prensa. “Yo guardé aquel tuit de febrero en que pronosticaba que en agosto no tendríamos vacunas y que los hospitales estarían desbordados. En agosto aplicamos 3.882.506 dosis y la ocupación de camas fue la más baja del último año. Sembraron miedo, odio y preocupación. Nunca ayudaron. Siempre criticaron”, concluyó Bianco.
Lo asombroso fue que Kambourian parece que no escuchó sus propios consejos y terminó contagiado de covid. Debía haber mantenido aislamiento por 14 días, pero –según relató Página/12 el 1 de septiembre pasado– violó esa norma elemental y los vecinos del edificio en el que vive le enviaron una carta al descubrir que paseaba por los pasillos y el ascensor. Incluso los integrantes del consorcio difundieron el video de las cámaras de seguridad en el que se confirmaba la violación del aislamiento.
Casi todos los días, Kambourian tuitea mencionando a Vizzotti y el Presidente como ladrones y asesinos. Se indignó, por ejemplo, con el último viaje de Alberto Fernández a Italia y Escocia por el G-20 y la Cumbre del Cambio Climático, comparando los gastos con tratamientos oncológicos. El acusado ahora es él, pero de algo más llano y simple: usar el cargo de director del Garrahan en beneficio propio, pagar sus gastos personales con plata del hospital. En su forma ostentosa de comunicación, Kambourian está acostumbrado a rechazar las críticas y las evidencias, pero esta vez se lo imputa de faltas éticas en el Hospital de Niños y de irregularidades económicas en una institución que es un emblema de la solidaridad social. Tendrá que responder a los sumarios del Garrahan, aunque ya antes ignoró los gravísimos cuestionamientos que se le hicieron en Malvinas Argentinas y en Pilar, adonde lo fue llevando Cambiemos.
El rumor es que el gobierno porteño se prepara para agradecerle los servicios prestados incorporándolo en algún puesto en la cartera de Salud. No es que valoren su nivel científico-médico, sino que privilegian su papel de francotirador contra el gobierno nacional.