El viernes siguiente al domingo en que se celebró el Día de la Madre (Un fin de semana que algunos señalan como el que se habrían descontrolado los contagios de Covid-19), inmediatamente después que uno de sus empleados faltara a trabajar, y diera aviso que presentaba síntomas compatibles con el Coronavirus, la gerencia del frigorífico Concordia Carnes S.A cerró su planta y envió a todo el personal a aislarse preventivamente hasta saber el resultado del hisopado de dicho empleado. Luego de conocerse el diagnóstico positivo del mismo, los responsables de la empresa hicieron hisopar al personal completo – en forma particular y asumiendo los costos- y también les exigió lo mismo a todos los abastecedores que envían hacienda para la faena, a fin de interrumpir la cadena de contagios.
Debido al rápido accionar se detectaron sólo 2 casos positivos dentro de una planta de 50 empleados y en 2 choferes de camiones de los aproximadamente 35 que llegan a descargar hacienda.
Un caso de responsabilidad empresarial y ciudadana, ajustada a la ley y a lo que corresponde en tiempos de pandemia, que permitió evitar un brote mayor de la enfermedad y que podría haber tenido derivaciones serias en materia sanitaria.
Al lunes siguiente, la empresa pudo retomar las actividades cotidianas, luego de una minuciosa desinfección de las instalaciones y bajo estricto protocolo de trabajo. Según informaron desde la empresa, hasta la fecha no se ha vuelto a registrar ningún caso sospechoso dentro de la planta.