Para el Frente Grande, las retenciones son un mecanismo de redistribución de la renta extraordinaria que se obtiene en el sector agropecuario, y son además, un dispositivo regulador, que hoy resulta indispensable para separar los precios internacionales de los nacionales- evitando que la creciente cotización mundial de los alimentos sean trasladados a los precios locales de la canasta básica de pan, leche, carne y otros alimentos de consumo masivo, que se verìan aumentados notablemente.
En el Frente Grande no tenemos dudas, y el diputado Nelio Calza así lo expresa, que el debate en este momento es cómo se utilizan los recursos extraordinarios que se generan con la actividad agropecuaria: si se dejan en manos de unos pocos o se redistribuye la renta creada en el sector.
Los ruralistas salieron a las rutas para resistir un sistema de retenciones móviles a la exportación de soja, por que buscan acaparar la renta agraria, y pretenden quedarse con los 100% de la rentabilidad generada por el aumento de los precios insensibles a las necesidades de las mayorías.
La mayor parte del bloque ruralista participa del modelo que desplazó a los cereales y generalizó un monocultivo, que amenaza la soberanía alimenticia, encarece el resto de los productos y contamina el medio ambiente.
El Frente Grande defiende por lo tanto la utilidad de las retenciones desde los puntos de vista económico, político y social. A su vez, en la actualidad, las retenciones permiten contar con los fondos necesarios para dar a los pequeños y medianos productores un tratamiento impositivo y crediticio diferente al de los grandes.
Desde el Frente Grande no tenemos dudas, que en la argentina de hoy,
mantener el actual esquema de retenciones, es privilegiar a los productores frente a los acopiadores y a los pequeños agricultores frente a los grandes productores. Esta es nuestra postura como fuerza política, y así lo expresa en su accionar del diputado Nacional Nelio Calza .
