La nota expresa que “No se puede desconocer que en cientos de foros a lo largo y ancho del país, miles de hombres de la cultura y las ciencias, junto a asociaciones de radiodifusores, gremios, Universidades, diarios y ONGs, participaron en el debate de sus contenidos, nacionalizando su carácter.
La necesidad de una nueva ley de radiodifusión se debe, en primer lugar, porque se trata de democratizar una ley que viene desde la dictadura militar, y que le dio el poder a unos pocos monopolios de la comunicación, por eso esa ley no puede seguir existiendo después de 25 años de gobiernos constitucionales y democráticos; no hay punto de comparación entre la actual ley “mordaza” de la dictadura, y este nuevo proyecto de ley de radiodifusión, que es infinitamente superior.
Esta nueva ley es una deuda que tenemos todos los argentinos para poder lograr desde el retorno democrático, un afianzamiento de las instituciones, a partir de encontrar un ordenamiento jurídico que impida la concentración de la propiedad de los medios de comunicación y fomente la pluralidad de actores.
El proyecto de Ley aprobado en diputados, reafirma el carácter público del derecho a la expresión, y la necesidad de contar un sistema nacional de medios de comunicación que sea democrático e independiente, con emisoras comerciales pero también otras en manos del Estado y de la sociedad civil a través de sindicatos, cooperativas, asociaciones civiles, y pone fin al actual antidemocrático marco normativo, diseñado en la ultima dictadura militar”.