‘El fenómeno atraviesa a todo el sector’

La situación de Carrefour, que emplea a 19 mil personas en el país, motivó un debate interno entre los empresarios de los supermercados acerca de plantear o no el problema de forma sectorial. Ayer la cámara sentó posición, aunque se abstuvo de mencionar a la baja del consumo como uno de los factores centrales que juegan para explicar esta coyuntura sectorial.

“En recientes conversaciones con dirigentes de la Cámara (CAS) y de la Federación de Supermercados (FASA) también nos manifestaron una situación similar de baja o negativa rentabilidad. La baja facturación obedece a una misma conjunción de factores: altos costos laborales y logísticos y elevada presión tributaria, coexistente con un importante mercado informal. Cuando hablo de informalidad no me refiero sólo a la tributaria, sino también a la laboral”, dijo ayer Vasco Martínez. El directivo de la ASU hizo foco en la “irregularidad comercial que está presente en muchos segmentos y en nuestra experiencia como consumidores es fácil encontrar indicios de ella, como la no admisión de medios de pago electrónico, no emisión o resistencia a emitir un ticket o incluso negocios con dos cajas registradoras que tienen controladores fiscales con números de CUIT diferentes”, describió.

Mientras los supermercados se refieren a la situación irregular de muchos comercios, desde el Gobierno apelaron a otro argumento. “A partir del impacto en los cambios tecnológicos, muchas empresas están en esta situación donde tienen que analizar cómo transformar la compañía, pero también cómo brindarle a sus trabajadores oportunidades a través de la capacitación, de la formación profesional y encontrar nuevas líneas de producción”, dijo el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, días atrás.

Según los números del Indec, las ventas medidas en cantidades mostraron en enero una caída de 3,1 por ciento en la comparación interanual. Hace un año, las ventas a precios corrientes aumentaron un 21,2 por ciento (entre enero de 2017 y enero de 2016), pero la inflación en ese período estaba en el 37 por ciento. Esto implica que el sector acumula dos años de caídas del consumo masivo. Sobre este punto hay consenso. Según la consultora Kantar Worldpanel, el consumo masivo cayó un 1 por ciento en cantidades en 2017 frente al año anterior, mientras que otras consultoras calcularon una baja del 4,6 por ciento en 2016 en relación a 2015. Según la CAME, el consumo minorista para las pymes acumula en el primer trimestre una baja interanual del 1,5 por ciento. El mismo relevamiento plantea que las ventas cayeron un 1 por ciento en 2017 y un 7 por ciento a lo largo de 2016. Es decir que el actual escenario flojo se monta sobre una base muy endeble de consumo.

En el marco del procedimiento preventivo de crisis, durante la jornada de hoy habrá una nueva reunión entre la empresa, el Ministerio de Trabajo y el gremio, que convocó a una manifestación para la previa del encuentro. Por otro lado, el Gobierno convocó a una “Mesa del sector Comercial” en donde se sentarán todos los supermercados junto a los ministerios de Producción, de Trabajo, Secretaría de Comercio, Banco Central y AFIP.

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