El ex diputado Godoy pone el acento en el sueldo de un Convencional Constituyente : $ 18 mil

Y aquí radica el principal problema que hace todo cuestionable, aunque el voto popular del 2007 parezca desmentirlo. Es que en primer lugar, lo sostuvo mucha gente en esta provincia, cuando en el año 2005 se hizo una Consulta Popular respecto de si era necesario o no una reforma, el resultado de aquel momento fue negativo para la propuesta que el gobierno realizaba y que defendía, en esa instancia, que la reforma se hiciera, es decir el pueblo dijo NO, en un expresión que era bien especifica y exclusiva de tal manera que, por lo mismo que era una consulta y voluntaria, los que votaron lo hicieron a sabiendas y allí ganaron, repito, los votos en contra de dicha tarea.
Posteriormente y por parte solamente de los legisladores provinciales se decidió que dicha Reforma debía hacerse y muchos opinamos que no era lógica ni necesaria, que sería un costo voluminoso ante tantas necesidades insatisfechas e hicimos una propuesta, que ya antes se había realizado, para que se hiciera una tarea de docencia ante todos los estamentos de la sociedad y partiendo desde una actividad educativa y de asesoramiento, para después consultar cuales eran, desde el corazón del pueblo y a través de un largo periodo, las cuestiones esenciales a incorporar para lograr una Constitución que el mismo anhelaba.
Ante la negativa generalizada que así fuera y a pesar de la decisión insólita de votar en boleta sábana tanto al Presidente de la Republica, como Diputados y Senadores Nacionales más los Constituyentes, decidimos no «borrarnos» de la contienda electoral y constituimos una expresión política pluralista, Encuentro Amplio Entrerriano, para dejar sentado nuestro pensamiento a pesar de las traiciones que tuvimos en el camino, hasta de una Candidata Presidencial. Muchos estamos convencidos que no se supo con claridad que se votaba en una misma boleta sábana, el futuro exclusivo de los entrerrianos. La mayoría pensó claramente en la candidatura a Presidente y en menor medida a Legisladores Nacionales y luego a Constituyentes.
Pero lo que menos aun sabía era cuánto ganaría cada uno de los Constituyentes entrerrianos, ni siquiera ellos mismos en el momento del sufragio tenían presunción, porque simplemente no fue motivo nunca de debate en cualquiera de las oportunidades que se expresaban públicamente los candidatos.
En este contexto se hace poco digerible una ganancia mensual, pagada por un pueblo que ya había expresado que no, que no tuvo claro qué se voto, que cada Constituyente gane $18 mil por mes. Parece alto y más cuando ni se presumen los resultados y recién ahora se están abriendo «ventanillas de consulta», demostrando que nadie tenia definido el modelo de provincia que quería salvo el oficialismo, quizás, que fue quien pergeñó este modelo electoral.
Pero lo peor, verdaderamente cuestionable desde lo institucional, desde lo republicano y democrático, es que se voten a sí mismos sus haberes los propios Constituyentes. Ni en un club se actúa de esa manera. Son los socios, los asambleístas, algún órgano superior el que debe hacerlo o alguna instancia que determine claramente, como en este caso, que el pueblo sabe todo y es el que decide, aunque de manera indirecta, cuanto debe ganar un representante de él.
En una sociedad hedonista, capitalista, dejar en mano del que debe ganar algún dinero la decisión del quantum es casi suicida porque todos, y es lógico, quieren ganar más y esto es lo que hace antidemocrático el sistema de retribuciones de esta Constituyente.
Es cierto que nosotros perdimos con nuestra propuesta pero la hicimos y eso nos da el derecho a opinar de esta manera. No somos incoherentes ni despechados. Repetimos ahora lo que dijimos en campaña y repetiremos hasta el cansancio, no nos borramos de esta cuestión porque la democracia obliga a opinar para que sepa o se encuentre la verdad.
Desde la Presidencia de la Republica, pasando por Ministros y Legisladores Nacionales, ni por aproximación exponencial o de logaritmos, se llega a semejante cifra y se nos ocurre pensar que tiene más importancia la función de una Presidenta, por ejemplo.
Solo salvaría semejante actitud desproporcionada y autodeterminada, que el resultado de la Constituyente sea excelente y esto quiere decir, para algunos al menos, que el 70 % del Presupuesto de una Provincia con grandes carencias como esta lo dedique a las necesidades básicas que están en función de la educación, tanto para escuelas, material y salarios; de la salud, ya sea en hospitales, insumos y atención primaria de excelencia y un sistema de cobertura universal e integral, en donde el IOSPER tenga los recursos adecuados también para cumplir con todas sus obligaciones; y una atención a la indigencia y a la pobreza hasta el punto que la haga desaparecer.
Si estas premisas no se cumplen, no solo será exagerada la dieta o salario de un Constituyente sino, peor todavía, estéril.

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