Así se desprende de la última Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que realiza periódicamente el Ministerio de Trabajo, y cuyos datos indican que no sólo se recuperaron los puestos de trabajo perdidos durante la recesión mundial, sino que el nivel de empleo supera en un 0,7%, en la actualidad, al que había en el momento de iniciada la crisis.
Eso significa que, a menos de dos años de uno de los mayores colapsos financieros de la economía mundial de las últimas décadas, la economía argentina mejoró los indicadores laborales que tenía antes de la crisis. Un período relativamente corto, si se tiene en cuenta que buena parte de Europa aún está lidiando con las devastadoras consecuencias sociales de la recesión global.
La EIL es resultado de un relevamiento efectuado en más de 1500 empresas privadas en los principales aglomerados urbanos del país: Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Mendoza. Su última edición indica que, “a pesar de haber atravesado una de las crisis globales más profundas de los últimos años, el nivel de empleo registrado del sector privado en la Argentina es en la actualidad el más elevado de los últimos 16 años (entre diciembre de 1994 y septiembre de 2010)”.
Asimismo, el informe señala que las expectativas de los empleadores resultaron más favorables que en el trimestre anterior. En este sentido, en el tercer trimestre del corriente año, en casi ocho de cada diez empresas que proyectan movimientos de personal para los tres meses siguientes opinan que la dotación aumentará en términos netos, una proporción similar a la observada antes de la crisis.
En sintonía con el comportamiento general, la mayoría de las ramas de la actividad productiva mostraron, en el tercer trimestre de 2010, un crecimiento intertrimestral en relación a sus niveles de empleo, a excepción de la construcción (ver aparte).
La creación de puestos laborales durante este período se produjo en un contexto de crecimiento sostenido de la incorporación de personal que realizan las empresas. La tasa de entrada (la relación entre las incorporaciones y la dotación inicial) en el tercer trimestre de 2010 alcanza el 2,9%, es decir, un 0,7 de punto porcentual más elevado que lo registrado en el mismo periodo de 2009 (cuando alcanzó al 2,2%) e igual al que se contabilizaba en el tercer trimestre de 2008, antes del inicio de la crisis. El aumento de las incorporaciones es producto de la mayor contratación de personal, asociado con la expansión del nivel de actividad de las empresas, consigna Tiempo Argentino.
La incorporación de personal durante el período julio-septiembre se dio en empresas de distinta magnitud, si bien puede verificarse que el proceso fue más intenso en las firmas grandes, donde la dotación de personal aumentó 1,1%. En tanto, el empleo en las empresas medianas subió el 1% y en las que ocupan entre 10 y 49 trabajadores un 0,4%.
En lo que respecta al tipo de contrato, la EIL señala que en el tercer trimestre el empleo bajo contrato por tiempo indeterminado registró un incremento neto del 0,4%. Se sostiene de esta manera la variación positiva intertrimestral que se registra desde fines de 2009. “Este comportamiento resulta significativo dado que, dentro del sector privado formal, este grupo de trabajadores es el más numeroso (representa el 95% del empleo) y este tipo de contratación es la que asegura mayores condiciones de estabilidad para los asalariados.”
Por su parte, respecto de los trabajadores con contrato por tiempo determinado y al personal de agencias, que en conjunto agrupan el 5% del empleo del sector privado registrado, se observaron también variaciones positivas en el trimestre: un 7,9 y un 5,5% respectivamente.
En lo referente a la calificación de la mano de obra, la evolución del empleo registró, en el tercer trimestre de 2010, incremento intertrimestral neto en las posiciones no calificadas en los puestos de nivel técnico y en los de calificación operativa. Las posiciones de índole profesional, en cambio, registraron una leve contracción.
Para David Trajtemberg, economista de la Subsecretaría de Programación Técnica y Estudios Laborales del Ministerio de Trabajo, la recuperación del empleo registrado responde a una política muy activa y coherente llevada a cabo desde el gobierno nacional. “Hubo un fuerte aumento del gasto público para mantener los puestos de trabajo, a tal punto que la Argentina fue uno de los países donde menos se sintió el impacto de la crisis en el empleo”, explicó. Para el especialista, fue fundamental la política de ingresos para sostener la demanda, entre cuyas principales medidas se encuentra la implementación de la AUH y la promoción de las negociaciones colectivas.
Menos optimista, Tomás Raffo, del Instituto de Estudios y Formación de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), indicó que “si bien estamos en una situación de mejoría con respecto a 2008, aún se necesitan mayores niveles de inversión privada para retomar la senda iniciada en 2003”. Agregó que “sería deseable que este período de mejoría permita discutir las cuestiones pendientes, principalmente en materia de precios y salarios, para lo cual es indispensable un acuerdo entre empresarios y trabajadores”, explicó.
