
El desconcierto de AF, a veces escala niveles llamativos, como cuando por estos días un empresario, digno representante de la generación de apátridas que manejan la economía real, se le rio sarcásticamente en la cara, respondiéndole a los reclamos presidenciales que no los atendía porque estaba demasiado ocupado remarcando precios. Y AF, adoptando una actitud más cercana a Teresa de Calcuta que a un gobernante, le reclamó por la magnitud de sus beneficios.
Los formadores de precios, un grupete de empresarios oligopólicos, responsables además de la fuga de capitales que semana tras semana esfuman las reservas del BC, siguen haciendo lo que quieren, mientras la única arma macroeconómica que despliega el gobierno es apelar a los ‘sentimientos’ de los responsables; en una actitud que, adoptada por cualquier ciudadano del montón, podríamos referirla como propia de un ingenuo. Pero que, si la esgrime el responsable de la primera magistratura del país, se transforma en una estrategia terminal hacia el desastre y el fracaso.
ENTONCES HABLÓ CRISTINA
Mientras algunos punteros iban al choque de las fragilidades de AF, fogoneando la imagen de ruptura, tan cara a La Nazion, Clarín y el resto de los mentimedios, Cristina Fernández salió al ruedo con un mensaje componedor, integrador, que le recrea al gobierno un espacio de expectativas que debería aprovechar porque quizás sea una de las últimas oportunidades que tenga de poner los ‘muñequitos en fila’
La vice llamo a las cosas por su nombre y le pidió a AF que ‘use la lapicera’ ergo que tome las medidas necesarias para enfrentar los especuladores y fugadores:
-Rechazó con datos que la Argentina sea uno de los países con mayor presión impositiva «en el ránking de países evasores, la Argentina ocupa el tercer puesto en materia de evasión». «La recaudación representa el 28% del PBI cuando debería representar el 45%»,
-Denunció que: «en el ránking de países evasores, la Argentina ocupa el tercer puesto en materia de evasión». «La recaudación representa el 28% del PBI cuando debería representar el 45%», aseguró.
–También denunció el «festival de importaciones» que existe desde hace tiempo y pidió «pensar cómo articular más adecuadamente lo cual no estaría sucediendo».
-En la Argentina 600 empresas explican el 75% de las importaciones; mientras que el otro 25% de las compras en el exterior es realizado por 24 mil compañías, explicó.
-«Si tenés una empresa multinacional de esa magnitud, como Techint, pedile que esos 200 millones de dólares que tienen que pagar a sus subsidiarias las financien ellos. Estas cosas son también usar la lapicera. No hace falta pelearse ni agarrarse de los pelos»
– «Donde hay necesidad de dólares habrá un juez y un fiscal para darles dólares a los importadores; si la necesidad es del pueblo no hay derecho; si la necesidad es de los poderosos hay jueces y fiscales. No hay Poder Judicial, hay partido judicial»
Finalmente abrió una carta de crédito a nuestro coprovinciano, Guillermo Michel, nuevo director general de Aduanas, en tanto el tendrá ‘la lapicera’ para frenar la fuga vía importación sobrefacturación y demás ítems que instrumentan la fuga.
¿Qué hará AF? ¿escuchará? ¿O se empantanará en su laberinto de ingenuidades e imprecisiones? La historia lo dirá en las próximas semanas.