El dirigente radical no hizo ninguna denuncia y dijo a la Policía que cree que se debe a un problema laboral

Guiffre se comunicó en forma telefónica con el jefe de la Comisaría manifestándole algunas particularidades distintas de lo que salió publicado en los medios digitales. Laumman explicó que el dirigente radical no encontró un proyectil sino una esquirla que Guiffre supone que pertenecía a un proyectil de alto calibre. Se trataba de un pedazo de latón que formaba parte del blindaje del proyectil.
Además, el subjefe aclaró que el hallazgo no se produjo en la ventana del domicilio particular sino en el frente del boliche bailable del cual es propietario. El boliche se denomina “Mora” y se encuentra en la calle Supremo Entrerriano.
Cuando la Policía le solicitó los restos del proyectil, la respuesta fue que lo había tirado. “Nosotros ni siquiera tuvimos acceso a ese objeto”, dijo Lauman. Además el dirigente aseguró que la denuncia no la iba a efectuar y admitió que “posiblemente esto estaría vinculado a desavenencias de orden laboral por unos despidos que habría realizado la semana pasada con personal del negocio de él”, según el comisario inspector.
En consecuencia, Laumman dedujo que el hecho “no tiene nada que ver con persecuciones de tipo ideológicas ni políticas”. La aclaración se debió a que en la Jefatura se encontraron con la noticia de un presunto hostigamiento político en los portales digitales. “Quería aclarar la situación y llevar un poco de luz al asunto”, dijo el subjefe.
Volviendo al hallazgo del presunto proyectil, dijo que el propietario del boliche lo encontró en el alfeizar de la ventana del comercio. “En el frente del comercio nosotros no vimos ningún tipo de impacto”, indicó. Por lo tanto, dedujo que el fragmento encontrado fue depositado y no provino de una detonación. “Ya te digo son todas suposiciones porque nosotros no tuvimos acceso ni siquiera para verlo”, explicó.
Respecto de los otros hechos denunciados, Laumman dijo que Guiffre aseguró que le habrían rayado el auto. “Pero no pudimos constatar nada porque no quiso hacer ningún tipo de denuncia. Simplemente dijo que llamaba para poner en conocimiento en forma verbal” al jefe de la comisaría en cuya jurisdicción se produjeron los supuestos hechos.
Además, Laumman explicó que no pueden intervenir porque al no haber una amenaza explicita de manera escrita o verbal, los hechos narrados se interpretan como suposiciones. Y como no hay denuncia -teniendo en cuenta que las amenazas se producen en forma privada- no pueden intervenir porque no tienen la potestad legal que los habilite.
“Yo no estoy desmintiendo que los hechos hayan ocurrido según lo que manifestó este hombre. Lo que sí es que se lo informa como que fue un hecho de característica ideológica cuando en realidad, según los dichos del supuestamente damnificado, están vinculados a otra cosa: a un problema laboral”, dijo por último.

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