Mario Alarcón Muñiz, no transa con eso de no decir lo que piensa y ha pagado caro su temple. Perdió sus clásicos programas \»Entrerrianías\» y \»La Calandria\» en radio LT 14 controlada por el oficialismo que dio excusas tontas. Tampoco pudo conducir después de décadas de hacerlo, el festival 2014 de jineteada de Diamante, donde el oficialismo tiene decisión. Se presume que fue un castigo por decir los últimos 60 años de periodista lo
que piensa.
El gobierno que sigue éste estilo, ganó las elecciones en 2011 por el 57 %. Tiene unanimidad en el senado y más de 2/3 en la Cámara de diputados. En 2013 el gobernador, fue ratificado, ganó y obtuvo 46.7 % de adhesiones. Algo no está funcionando cuando se confirma una gestión que tiene problemas con la prensa libre.
No alcanza tampoco solidarizándose sólo con la víctima de ocasión, porque los perjudicados somos todos y la sangre corre escondida por la cuneta de la prensa libre.
Nosotros creemos que esto está mal y moveremos cielo y tierra para que se vuelva al reconocimiento de aquella magna profesión que tanto bien le hace a la República, cuando se dice lo que se piensa.
La pelea es muy dura y necesitamos que todos ayuden a detener esta mala costumbre de combatir al cartero por las noticias de la carta.
