Una investigación publicada por el semanario Análisis señala que a esto se deben sumar los negocios en Nogoyá, donde Allende sería dueño -a través de supuestos testaferros- de por lo menos cuatro propiedades, adquiridas en 2004, en cerca de 1,5 millones de pesos. Allí también el polémico legislador tiene su coqueto Haras, con residencia y quincho, ubicado cerca de la ruta a Paraná y valuado en unos 200.000 dólares.
El histórico dirigente de UPCN, con la impunidad de movimientos económicos que lo caracterizan, en los últimos cuatro años hizo más inversiones que en lo que transcurrió de su vida. Empezó en Paraná y alrededores, donde primero compró un coqueto piso en calle 25 de Junio (entre Buenos Aires y Santa Fe, con pileta, por el que pagó 160.000 dólares), que pertenecía al escribano Héctor Krochik; adquirió una propiedad en calle Courreges y siguió luego con su inmensa casa quinta (por la que pagó unos 200.000 dólares) ubicada en proximidades de Colonia Avellaneda, con amplio parque, pileta, quincho y cancha de fútbol, que a fin de año remodeló casi por completo, invirtiendo cerca de 150.000 pesos, a lo cual sumó además una fuerte suma de dinero en costosos muebles.
Nunca un usado
El dirigente siempre se manejó siempre con dos o tres autos cero kilómetro (“son del gremio, no míos”, se justifica cada vez que se consigna de ello, por más que los maneje él o alguno de sus hijos); sin negarse al placer de viajar al exterior cuantas veces sea necesario -más allá de cualquier crisis económica provincial o nacional, que evidentemente nunca lo roza ni preocupa, pese a su condición de dirigente sindical-, en 2001 compró la FM Ciudad de Nogoyá y la convirtió en Radio La Voz, invirtiendo no menos de 70.000 dólares. Pero a ello le sumó la construcción del Haras, ubicado en proximidades de la ruta hacia Paraná, donde gastó unos 200.000 dólares.
Hasta hace un tiempo, la mayoría de los bienes de Allende se encontraba a nombre de su ahora ex esposa, Diana Traverso y de una amiga, Claudia Susana Marga Frenkel, ex empleada del Banco Cooperativo del Este (BCE) y quien también fuera allegada a determinados hombres del peronismo en la década de 1990. El dirigente también creó una fundación llamada Esperanza y transfirió bienes a empresas fantasmas uruguayas que compró: una llamada Casbox Cantley y otra Cardinal Kluch SA, evidentemente para hacer operaciones en el exterior, por lo cual no existirían dudas de que tendría cuentas en el vecino país. Otros opinan que sus cuentas en el extranjero no se limitarían a Uruguay, sino también a Suiza. Esta última empresa off shore es una de las más de 500 firmas cuya titular es una tal Alicia Teresa Cabrera Dodera.
La familia primero
La empresa Cardinal Kluch tiene su domicilio legal en Buenos Aires. En el Boletín Oficial de la Nación del 5 de octubre de 2005 apareció publicada el acta de asamblea por la cual asumió el nuevo Directorio. Como presidente quedó el hijo del diputado, Julio Alejandro Allende y como director suplente José Ángel Allende.
Previo a ello, el diputado -ya separado de su esposa- a fines de 2004 se fue a vivir al edificio denominado “Torre Cervantes”, ubicado en la intersección de Santiago del Estero y Cervantes de Paraná. La construcción es de 16 pisos y los departamentos costaban entre 150.000 y 350.000 pesos cada uno. El diputado compró todo el piso 10 del edificio y un semipiso en el inmediato inferior, donde vive su hijo mayor. La operación se habría cerrado en una cifra cercana a los 500.000 pesos, pactada en no más de cuatro o cinco pagos, según reveló una fuente a este semanario.