En la Jefatura Departamental de Policía de Rosario del Tala confirmaron que el desalojo no se produjo dado que en la estancia hay efectivos de la División Delitos Rurales acampando con la orden de custodiar las tierras y contar los animales que se encuentran dentro del campo.
Una fuente de la División de Delitos Rurales aseguró que se le vencieron los plazos a Yedro pero no retiró la hacienda del lugar. Además explicó que la tarea comenzó el martes pasado y seguramente estará lista para inicios de la semana próxima. Es que se encontraron con cerca de 1000 cabezas de ganado de todo tipo: vacuno, caprino, equinos, etc.
La incógnita es saber qué va a pasar cuando terminen de contar las cabezas de ganado. Seguramente los efectivos de la División van a permanecer en el lugar y, en teoría, se debería terminar con el desalojo pero la fuente aseguró que la única persona que tiene esa respuesta es el Fiscal de Estado, Julio Rodríguez Signes, que mañana visitará la estancia. Para ello, DIARIOJUNIO intentó comunicarse con el funcionario pero desde el estudio particular aseguraron que esta tarde se encontraba en Maciá y no iba a estar disponible para atender a la prensa.
En diciembre de 2005, los jueces concedieron las penas solicitadas por el fiscal Carlos Larrarte: 3 años, $ 90.000 de multa, inhabilitación de 10 años y el decomiso del campo para el ex-senador. En el proceso se comprobó que tras asumir como senador en 1995, y mientras permaneció en dicha función hasta diciembre del 99, “incrementó apreciablemente su patrimonio y el de su conyugue en la suma de 1.000.000 de pesos-dólares”. Por se motivo, el fiscal del juicio, Carlos Larrarte, fundamentó el decomiso del campo de Rosario del Tala: para “impedir que el autor del ilícito pueda seguir disfrutando de lo que él obtuvo”.
No obstante ya transcurrieron más de cinco años y la estancia siguió siendo administrada por Yedro a raíz de las interminables apelaciones ante los distintos estamentos judiciales.