En este marco, el funcionario consideró oportuno aclarar que esta mujer visitó Villa Libertador San Martín en el mes de febrero, luego de un viaje que había realizado a Asunción del Paraguay. Tras padecer un cuadro febril y de intenso dolor de cabeza fue tratada en el Sanatorio Adventista del Plata, por lo cual el 22 de febrero se le extrae una muestra de sangre, se envía al Instituto Maiztegui, de Pergamino, y la muestra da negativo.
Legascue señaló que en aquel momento, seguramente la enfermedad se estaba incubando, es decir, “todavía no había dado la cero-conversión”. Por lo tanto, a los seis días se envía una nueva muestra. “Hoy al mediodía se informó que el resultado fue positivo”, precisó, al tiempo que señaló que esta persona se trasladó a Comodoro Rivadavia y que su estado de salud es bueno.
Ante esta situación, el titular de la cartera de salud reveló que “esta mañana un equipo de epidemiología de la Secretaría se dirigió a Villa Libertador con el fin de ponerse en contacto con las personas que estuvieron con esta mujer y profundizar las tareas preventivas”.
Si bien remarcó que no se ha registrado en la provincia la presencia del mosquito transmisor del dengue (Aedes Aegipty), Legascue instó a trabajar mancomunadamente provincia y municipios, profundizando las acciones tendientes a la descacharrización en todo el territorio provincial.
Respecto a las medidas preventivas, Legascue explicó que “lo que principalmente debe atacarse es el mosquito, que es uno muy pequeño, negro y con anillos blancos en las patitas”. Incluso, y a los fines instructivos, indicó que “es la hembra del mosquito la que retiene los huevos, pica al ser humano y se alimenta de la sangre para alimentar los huevos, para luego depositarlos en aguas calmas o quietas”.
Por lo tanto, la principal medida para combatir la proliferación de este mosquito es la eliminación de recipientes que contengan agua. Por ejemplo, los piletines, los tachos, las cubiertas en desuso y los baldes, porque son un caldo de cultivo.
Dicho esto, el funcionario precisó que deben adoptarse dos medidas: una que se denomina proceso de descacharrización, que consiste en eliminar todos los recipientes en desuso que contengan aguas quietas, y la otra es la que deben adoptar los municipios y las juntas de gobierno, que consiste en la fumigación.