Primeramente tomaron la palabra los asambleístas, quienes fueron contando la larga experiencia de lucha de la Asamblea Ambiental. Los distintos oradores que tomaron el micrófono remarcaron los niveles de contaminación expuestos semanas atrás por el canciller Hector Tímerman, así como la falta de respuestas del gobierno nacional y la imposibilidad de avanzar en medidas concretas que traigan soluciones al problema ambiental que genera la empresa extranjera.
A su turno, Sella contó algunas de las experiencias de la Defensoría en casos como la Cuenca Matanza-Riachuelo, donde “organizaciones sociales junto a universidades realizaron informes que dieron a conocer la problemática de la contaminación, la problemática social y jurídica que genera el Riachuelo, eso fue lo que permitió que más adelante nuestra institución, junto a un grupo de vecinos accionara judicialmente”, tales estudios fueron tomados por la justicia y “por primera vez en la historia la Corte Suprema dijo que este era un problema que alguien tenía que resolver, la provincia de Buenos Aires, la ciudad y la Nación tuvieron que llevar adelante un trabajo de saneamiento con el control de la Defensoria y otras instituciones”.
Con respecto al conflicto con UPM, el defensor dijo: “Nosotros hemos hecho el seguimiento, la información que tenemos es la misma que manejan ustedes”.
Además, Sella propuso “tener una relación mucho más cercana, más aceitada, porque la institución nuestra tiene competencia y posibilidades de exigir algunas cosas”.
Por otro lado, el Defensor del Pueblo rescató dos de los temas que habían sido expuestos por los asambleístas: “Me parece muy buena la idea de traer al responsable técnico del equipo argentino para que explique cuál es la forma en que se toman las muestras y el significado que tienen todo este monitoreo, que se ha hecho unas 30 veces”.
Y también apoyó el pedido del plan de monitoreo del aire por la cuestión del material particulado en 1000 kilogramos por día. Le vamos a exigir concretamente a la Secretaría de Ambiente de la Nación que nos explique qué está haciendo, si lo va a poder hacer porque la Secretaría de Ambiente tiene dinero para poder hacer ese tipo de estudios para conocer cuál es la situación ambiental”.
Por último, instó a los presentes a “pensar en algo más amplio de toda la cuenca baja del Río Uruguay y no solo los contaminantes que emite Botnia, tenemos muchos otros contaminantes”, y agregó: “tenemos problemas de desmonte, problemas de ordenamiento territorial. Eso nos va a permitir sumar más organizaciones sociales, intendentes, algunas municipalidades, a la Secretaría de Ambiente de la Nación, la Comisión de Derechos Humanos de Uruguay, para que esta problemática sea cada vez más vista y que condicione al gobierno a prestar la atención que hasta ahora no la ha prestado”.