Para el área de Estimaciones Agrícolas de la Sagpya, “las lluvias acaecidas en los últimos días en el centro sur de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos mejoraron la humedad edáfica generando buenas expectativas de rindes futuros”.
Sin embargo, consideró que será “importante el aporte hídrico que se produzca a corto plazo, cuando comienzan a definirse las productividades, sobre todo en gran parte de la zona oeste, sudoeste y centro sur de Buenos Aires.
Aseguró el informe que esas zonas “aún no han recibido recarga hídrica que permita reponer los altos déficits de humedad originados por la alta demanda ambiental”.
Con relación al girasol, admitió que la cosecha comenzó en el Chaco, Santiago del Estero, Santa Fe, La Pampa y Entre Ríos, con rendimientos que rondan los 1000 kg/ha. Los bajos rindes son “debidos a la sequía que imperó durante el ciclo y las altas temperaturas soportadas, que también llevó el área perdida a más de 200.000 hectáreas”.
La superficie final cosechable será de 1.9 millones de hectáreas y “teniendo en cuenta los factores climáticos apuntados, la producción final estimada para este año se ubicaría en 2.4 millones de toneladas”.
También reconoció el organismo que debido a las adversas condiciones climáticas “se ha incrementado el área de maíz que no será cosechada para la obtención de grano”, ya que debido al mal estado de los cultivos y las bajas expectativas de producción, muchos han destinado el cultivo a la alimentación animal con pastoreos y picado para forraje.
La estimación ronda las 960.000 hectáreas que no se cosecharán (28 % del total) “llevando el área cosechable para la obtención de granos a 2.4 millones de hectáreas”.
“Las consideraciones anteriores permiten estimar una posible producción final que se ubicará entre 12.5 y 13.8 millones de toneladas”, sostiene el informe.