Por medio de esta nota expresamos nuestro decidido apoyo a la Asamblea Ambiental de Gualeguyachú en su controversia en cuanto a la instalación de las papeleras de las empresas Botnia y Ence, y el fracaso del Grupo de Trabajo de Alto Nivel uruguayo-argentino (GTAN). Después de seis meses de trabajo no hubo progresos en el área técnica ya que “no se llegó a un consenso para presentar un informe en común”, y mientras tanto, o sea mientras que se negociaba, las plantas no dejaron de construirse, lo que demuestra que no hubo real voluntad de considerar los datos aportados por los especialistas sobre los daños que ocasionará la metodología industrial denunciada.
Hace apenas tres años, en un estudio realizado por Ana Perdomo y Patricia Robato, del Servicio de Oceanografía, Hidrografía y Meteorología de la Armada Uruguaya, expresaba su preocupación por la existencia de ZONAS CRÍTICAS por los afluentes del río, colectoras urbanas y efluentes directos a zonas recreativas de ambas márgenes y éste se realizó con el auspicio de la CARU, en coordinación con las instituciones del PROCON.
Las conclusiones resumidas fueron:
Que los efluentes industriales de mayor impacto en el río correspondían a la ciudad de Paysandú, debido a que los mismos llegan al río a través de efluentes (Concordia-Concepción del Uruguay) por ejemplo los citados sufren una gran dilución antes de llegar a la costa del río Uruguay.
Esta preocupación que tuvieron los técnicos uruguayos con respecto al destino de los efluentes cloacales e industriales de las ciudades costeras de ambos países no se advierte ahora cuando se está construyendo en Fray Bentos lo que será el conglomerado papelero más grande del mundo, con una metodología que a partir de 2007 será prohibida en Europa.
Nadie niega al Uruguay el derecho que tienen a hacer en su territorio soberano lo que crean conveniente. Lo que se objeta es que el río Uruguay es un recurso compartido y que éste será literalmente envenenado con los desechos de las fábricas, la toxicidad de tales desechos y su carácter acumulativo en los seres vivos (peces, plantas, animales terrestres y seres humanos).
La lluvia ácida, que por los vientos predominantes (Este-Noreste-Sureste) estará permanentemente sobre Gualeguaychú, afectando a los cultivos, pasturas y toda la cadena alimentaria que de ellos deriva.
Si bien el Consejo Asesor de Protección del Patrimonio de Concordia no tiene injerencias en este tema, porque no afecta en forma directa el medio ambiente de nuestra ciudad, no por eso debemos dejar de expresar nuestro apoyo a las medidas adoptadas y que se adopten para proteger la salud de los entrerrianos y acompañar a Gualeguyachú en esta lucha que han emprendido con envidiable perseverancia”.
Firman la nota; Darío Garayalde y el arquitecto A. M. Macia