La ley “Entre Ríos libre de humo de tabaco” fue promulgada en marzo pasado. Pero falta la reglamentación para que los distintos municipios de la provincia la puedan aplicar en sus jurisdicciones. Zacarías lamentó, a pesar del compromiso personal y público del ministro de Salud, Ángel Giano, que no se haya concretado la reglamentación.
Al no cumplimentarse ese paso, no se puede implementar de manera uniforme en todo el territorio provincial para evitar las incompatibilidades entre una ciudad y otra. “Esto es lo lógico de una ley provincial que tiene que estar por encima de las ordenanzas municipales”, indicó.
En la ley se establecía la realización de campañas preventivas. De más está decir que no se cumple con ese objetivo. “Los únicos que estamos trabajando a partir de nuestra propia voluntad y de nuestras posibilidades somos nosotros: el diputado Jorge Maier y quien les habla”, dijo Zacarías. Ambos legisladores asisten a reuniones informativas en instituciones intermedias, escuelas, hospitales y barrios.
“No encontramos el apoyo del ministerio de Salud”, señaló. El motivo que arguyen desde la cartera sanitaria es que se trata de un problema económico. Zacarías rechazó esa explicación y dijo que “está comprobado que el menor costo en la salud pública es la prevención”, indicó.
Otra de los incumplimientos es la implementación de programas de asistencia gratuitos a fumadores. En tal sentido, el diputado manifestó que si un fumador quiere asistir a un ámbito consultivo y de asistencia para no fumar, se encuentra con que “no existen en el ámbito de la provincia”.
Además señaló que es incoherente luchar contra epidemias respiratorias en pleno invierno y aspirar humo de tabaco en ámbitos cerrados como oficinas públicas y establecimientos educativos y hospitalarios. “Está comprobado por la OMS que el humo, que afecta al fumador y al fumador pasivo, tiene como resultado final la muerte de 40.000 argentinos anualmente. Es la enfermedad con mayores consecuencias fatales en la ciudadanía en la Argentina”, manifestó el legislador.
Más adelanto señaló que en Rosario y en la provincia de Santa Fe hay estadísticas que muestran que en las provincias donde está prohibido fumar en ámbitos cerrados, las ventas aumentan. “Son mucho más los no fumadores que los fumadores. Si usted tiene que elegir un restaurante donde está prohibido fumar y otro donde se permite, va a tener mayor concurrencia aquel salón cerrado donde está prohibido fumar”, manifestó Zacarías.
Hace dos semanas, DIARIOJUNIO publicó un informe donde daba cuenta de que en los bares céntricos está permitido fumar sin mayores restricciones. A lo sumo, se divide el salón entre zona de fumadores y no fumadores pero todos respiran la misma atmósfera dado que no hay mecanismos de purificación de aire en la zona de fumadores. ¿Si se prende un cigarrillo en un lugar cerrado, se infringe la ley? “Por supuesto” respondió el legislador.
Pero, a renglón seguido, manifestó que, debido a la ausencia de un marco de aplicación, el dueño del establecimiento puede alegar desconocimiento acerca del cumplimiento de la ley. “Usted me está pidiendo que yo prohíba fumar pero yo no sé como se aplica”, dijo Zacarías ensayando una posible respuesta del propietario. Los únicos que respetan la norma lo hacen basados en una decisión individual dado que entienden que es un bien común para los concurrentes.
“Es muy desagradable para una familia ir a un restaurante, estar almorzando o cenando y que en la mesa de al lado haya personas tirándoles el humo en la cara sobre el plato de comida. No sólo es una falta de respeto sino un condicionamiento al bienestar que se merecen todos los ciudadanos”, manifestó. Según Zacarías, en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe o Rosario, los restaurantes tienen un espacio al aire libre para fumadores.