Contra molinos de vientos…
Qué pasa en Concordia? Qué pasa con sus dirigentes? Con sus instituciones? Con sus habitantes? Estamos todos tan preocupados y ocupados en sobrevivir, atentos a nuestras cosas, grandes o pequeñas y dejamos de lado lo verdaderamente importante, entonces permitimos que nos avasallen, nos atropellen, nos usen. Somos una ciudad quebrada, económica, institucional y espiritualmente, todos estamos en la nuestra, a muy pocos les preocupa el prójimo, a muy pocos les preocupa el vecino desocupado, los gurises desnutridos, nuestra juventud sin futuro (y marginada por ello), nuestros viejos sin asistencia sanitaria, mendigando no solo un sueldo miserable sino incluso comida o medicinas, la educación paupérrima que reciben nuestros hijos, a muy pocos les molesta el maldito asistencialismo, promovido y perpetuado por la vieja política que no permite levantarnos. Hoy escuchamos de programas, proyectos, discursos de autoridades y organismos que proponen políticas de desarrollo sustentables de microemprendimientos comunitarios, de asistencia a PYMES y organizaciones sociales que mueren en círculos burocráticos o corredores oficiales, todas palabras huecas y vanas, pues el que necesita para cambiar la historia, la propia y la de la comunidad, golpea y golpea y las puertas no se abren, sí se abren a personeros mediocres, intermediarios oportunistas , chupamedias del poder y chupasangres del pueblo, se abren para subsidios mal otorgados o que representan, para el que verdaderamente necesita, pan para hoy y hambre para mañana…y así no vamos para ningún lado…O es eso lo que pretenden?
Nosotros estamos trabajando en el Club A. Unión de Villa Jardín, una institución referencial para una inmensa zona de la ciudad, de gente humilde y trabajadora (pero sin trabajo claro) que supo de tiempos mejores y que la grave crisis que ha afectado a nuestra gente con desocupación, inseguridad, marginación y todos los frutos que engendra la miseria: drogas, violencia, delitos, se reflejaron descarnadamente en nuestra institución. Durante los tiempos de vacas gordas el club supo ser baluarte político para funcionarios de turno y botín para oportunistas, pero ahora que de la humilde gente a las cuales representa no se puede obtener nada o es más barato conseguir votos de otra manera, lo dejaron a la buena de Dios. Hoy un grupo de personas queremos recuperarlo, volver a los tiempos de gloria institucionales y deportivos, y con aciertos y errores lo intentamos, pero solos es difícil, imposible quizás, la gente está descreída y desconfiada por manoseos y mentiras… y las puertas no se abren, no se abren porque queremos hacer las cosas bien, porque no hay punteros políticos, ni somos referentes de nadie, porque no hay intermediarios ni alcahuetes, porque no tenemos padrinos, sólo tenemos ganas de hacer las cosas bien, pero de hacerlas bien…y no nos dejan, porque eso no les sirve, necesitan mulas, burros e ignorantes, gente sin autoestima, sin modelos, resignada a lo que les toca, que se con forma con migajas, con planes jefes y jefas, bolsitas o bonos, porque saben seguro que la gente que trabaja, que piensa, que disfruta de sus logros, que es conciente de su lugar en la comunidad no es carne de cañón, no es ganado para el matadero y quizás por eso no nos ayudan, por eso no nos abren las puertas, por eso los requisitos para acceder a programas de asistencia gubernamentales son un circulo vicioso… porque no quieren, porque no les sirve lo que intentamos, porque quieren que nuestros chicos y adolescentes sigan en la calle sin la oportunidad de que les mostremos otras cosas, de que con la excusa de la práctica deportiva aprendan hábitos de respeto, responsabilidad, compañerismo, afecto por el trabajo y reconocimiento hacia el esfuerzo personal, no quieren que comprometamos a los vecinos en un cambio, quieren a las futuras generaciones marginadas bajo los efectos de las drogas, la ignorancia y la desesperanza para poder dominarlas y manipularlas y por eso quieren que renunciemos, que dejemos todo, que nos resignemos…y quizás lo logren.
Juan José Ruiz Díaz
DNI 23.613.520