Con la tutela y apoyo de la escarapela campestre, el poder económico retorna con furia a cobrar la vieja deuda con el Club de París y seguirán yendo por más, debemos saberlo.
Como en el conflicto agrario, los medios masivos de comunicación, siempre ligados al capital internacional y a intereses inconfesables, ayudaron a instalar la idea de que Argentina ingresaba nuevamente en el carril del default.
Cada vez avanzaba más la idea que el país estaba a punto de estallar.
Volvía a los titulares el “riesgo país” que, para sus impulsores, comenzaba a ser insoportable, que los bancos del mundo calificaban a la Argentina como un país “riesgoso” y que las consultoras internacionales aconsejaban a los inversores huir de la Argentina.
Igual que en tiempos del lockout patronal agrario, los medios se encargaban de difundir solo una parte de la historia. En otras palabras, no contaban que la inflación es un problema mundial, no argentino solamente, tampoco que a pesar del parate en la principal economía del mundo (EE.UU) nuestro país se seguía creciendo a una Tasa privilegiada del 7 % ; menos contaban que por primera vez en los últimos 50 años, el mundo se resfriaba y nosotros no estábamos estornudando a cada rato. No solo no contaban ni difundían esto, sino que parecían alentar la impresión (y de hecho lo lograban) que, si el país estallaba, nosotros, tal como lo habíamos dicho, íbamos a tener razón e iba a quedar demostrado que el poder K es lo peor que le pudo pasar al país. Sí por el contrario asegurábamos que la economía y las finanzas en este país gozaban de buena salud, nos íbamos a quedar sin la razón que creímos tener cuándo salíamos a la calle con cacerolas apoyando a los “pobres chacareros”. Así, la vida vuelve a enseñarnos que al tercer mundo siguen llegando espejitos de colores. Para desgracia de los Evo, los Lugo, etc. y nuestra, claro.
Pero seguimos aprendiendo que la verdad no es solo lo que ES, sino lo que parece ser y de lo que parece se encarga el invento argentino de la sensación térmica que, como no podía ser de otro modo, es la que aportan los grandes medios monopolizados por un puñado de vivos con intereses económicos ramificados dentro y fuera del país.
Igual que en los tiempos en que el cinismo de Buzzi y las patoteadas de De Angeli eran festejadas como hazaña nacional, buena parte de la sociedad y en los días pasados repetía con solvente ignorancia que nuestro país estaba a un paso de estallar. Son estos mismos sectores los que ahora dirán, con la misma solvencia que este gobierno hace discursos de izquierda y gobierna por derecha. Es mas, ya festejan contentos cuánta razón tenían cuando apoyaban el desabastecimiento y la ilegalidad en contra de la prepotencia K. Esta es la verdad, la que se construye no solo con hechos objetivos sino con subjetividades múltiples, por ejemplo esta, la alianza objetiva entre el Club de París y los dueños del poder en la argentina y de ambos con la subjetivísima imbecilidad nacional.
Solo un pequeño detalle deberán tener en cuenta estos grupos sociales medios, ahora, a la bonanza económica que disfrutron deberán mezclaral con un poquito de tierra, pero bueno, nada tiene mejor gusto que saber que uno tiene razón. Hasta dentro de un tiempo verá que ni gusto le siente a la tierrita que va a tener que comer de ahora en más.
Quienes tienen la obligación de manejarse con elementos más precisos que la “sensación térmica”, deben recurrir a un dicho popular para intenta explicar este nuevo estado de cosas. Igual que cuando el que se quemó con leche ve una vaca y llora, este gobierno, que está lejos, lejísimos, de ser un gobierno que pretenda la revolución socialista quedó tan sentido que, de aquí hasta por lo menos después de las elecciones de 2009, ejecutará políticas que no contradigan a los grandes factores de poder.
Esto implicará, ni más ni menos, políticas públicas que no estén demasiado alejadas de la ortodoxia liberal-conservadora. Esto es, enfriamiento de la economía, menos inversión pública y alianzas con los sectores más retrógrados de la política y de la economía.
Así las cosas y en vez de decir “Kirchner lo hizo”, deberemos decir “el campo y sus seguidores lo hicieron”.