La partida de aproximadamente $ 200.000 destinada a comprar materiales para la reparación de casas precarias, alimentos con gran contenido calórico, frazadas y zapatillas fue aprobada por el voto de ocho concejales, los seis del oficialismo más Beatriz Duarte y Martín Santana. Los únicos que se opusieron fueron Rubén Dri y Mireya López Bernis (Peronismo Federal).
“El Ejecutivo dice que debido a la lógica imprevisibilidad meteorológica. Históricamente yo sé que el invierno es el invierno, está en julio y en julio hace frío”, dijo irónicamente Dri. Además consideró que hablar de “imprevisibilidad meteorológica” en la era de Internet “no resiste la menor lógica”. “No existe la imprevisibilidad meteorológica. Existe la imprevisibilidad administrativa de una gestión que debería haber previsto esto en marzo o en abril para que en este momento, por concurso, se hubiera comprado las frazadas”, indicó.
Además, los reclamos del edil apuntaban a que el expediente fue enviado para tratar sobre tablas sin haberles dado tiempo de estudiarlo previamente. “Hay que hacer una excepción para que compren en forma directa la frazada porque el Ejecutivo no tiene la capacidad para prever con tres meses de anticipación la compra”, manifestó Dri.
En realidad, desde el oficialismo aseguran que el proyecto fue enviado dos días antes de la sesión. Y además que no se aprobó una compra directa sino un cotejo de precios, un mecanismo que está un escalón por debajo de la licitación pública. Además la fuente explicó que una licitación lleva dos meses, un plazo que implica la finalización del invierno. El cotejo consiste en requerir datos a cuatro o cinco comercios para evaluar los precios pero eso no implica necesariamente comprar el más barato.
Por su parte, la concejal Mireya López Bernis (Peronismo Federal) aconsejó al Ejecutivo ampliar sus recorrido para prever lo que sucede en los barrios. “No solamente existe el barrio Mendieta y el barrio El Silencio, hay barrios que están peores que esos barrios que obviamente los recorren y hacen prensa porque son barrios emblemáticos pero les recomendaría el Ex Aeroclub, Nueva Esperanza, Esperanza, La Roca y todos los asentamientos que están al norte”.
En tanto, la concejal cercana al oficialismo Gladis Salazar dijo que se asisten no sólo a dos barrios sino a muchos más. “Los pobres toda la vida han necesitado y toda la vida hemos bregado para que estén con una frazada o lo que sea. No ahora que estamos en elecciones digamos que están necesitando, eso fue de toda la vida”, agregó.
Por su parte, Daniel Cedro (PJ) pidió al intendente que les “haga una reprimenda fraternal a los funcionarios que se acuerdan tardíamente de estas cosas”. En tanto, su compañero de banca, Roberto González, sin nombrar al secretario de Salud lo caracterizó como “soberbio” y además criticó el estado de las frazadas que se compran.
No fue el único que apuntó a la calidad de los elementos de abrigo. Salazar señaló que no se debe asistir a la gente con una frazadita similar a la que adquieren “los que tienen animales se los compran para ponerlas en la cucha de sus perros”.
En tanto, la edil Beatriz Duarte (Peronismo Federal) pidió que se controle la entrega de las frazadas dado que le ha tocado asistir a personas que estaban anotadas para recibir y no les había llegado nada. Al mismo tiempo, admitió que muchas veces el partido asiste a los barrios con una frazada o un bolsa con alimentos a los vecinos más humildes pero luego les pasan la boleta. Salazar le respondió que ella nunca le pasó ninguna boleta a los vecinos en los barrios a los que asiste.