“Hacemos público nuestro agradecimiento a empleados, vecinos, clientes, instituciones intermedias, Iglesia Católica y a todos aquellos que, de un modo u otro, se han solidarizado con la gravísima situación por la que atravesamos, incluso muchos de ellos arriesgando su integridad física para ayudarnos. Gestos así ofrecen un punto de apoyo sólido desde el cual partir para recuperar la esperanza y avanzar en la reconstrucción, no sólo de nuestras empresas sino del tejido social desgarrado.
Agradecemos también a las autoridades políticas, que con inmediatez han abierto canales de diálogo con los comerciantes saqueados, reconociendo que es deber ineludible e impostergable del Estado (Nacional, Provincia y Municipal) concurrir en su auxilio.
Les solicitamos sepan comprender que dicho auxilio debe llegar sin dilaciones, en forma urgente y efectiva, para devolver certidumbres, no ya sólo a los comerciantes sino también a cada uno de los empleados y sus familias, lo mismo que a los proveedores y demás eslabones de la cadena comercial. Si la ayuda llega tarde y/o es insuficiente, la recuperación tardará en hacerse realidad o, tal vez, en no pocos casos, jamás se produzca, obligando al cierre definitivo de locales comerciales.
Aunque sea obvio que la situación límite que atravesamos obedezca a causas que pudieron evitarse y no a una catástrofe natural impredecible, no consideramos pertinente ni oportuno incurrir en acusaciones ni reproches, que profundicen aún más las recientes heridas en los vínculos sociales. Esperamos, confiados aunque angustiados, a que el Estado contribuya a la consolidación de la paz social, dando respuestas que guarden proporción con los daños que, en justicia, deben ser reparados.
Sabemos que para muchos no será fácil celebrar las próximas fiestas, en especial para quienes han perdido a un familiar o han sufrido heridas físicas y psíquicas, por lo que hoy más que nunca queremos sentirnos muy cerca de ellos y de toda la comunidad, deseando que muy pronto podamos recuperar la fe, la confianza en los demás y, por sobre todo, la Concordia”.