En realidad quedó a disposición en la Secretaría del Concejo. Froy comentaba irónicamente, fuera de micrófono, que no creía que la secretaria del cuerpo, Delia Tallarico de Soage, se dispusiera a realizar el censo junto con el personal del Concejo Deliberante. En realidad, la iniciativa fue apiolada junto con la ordenanza que aprobada con anterioridad. Se trata de un antecedente que no ayuda demasiando. Recordó que la prohibición de circular un amplio radio a los carros fue suspendida a poco de entrar en vigencia. “No sé porque razón se dejó de lado y se siguen permitiendo todos los excesos y abusos”, señaló.
“Los concejales tienen una deuda pendiente con el medio ambiente y con la protección a los animales y mucho más con la gente que necesita y merece mejorar su calidad de vida y no seguir revolviendo la basura para poder comer. Tendríamos que hablar un poco más de la Justicia Social que es la que debiera promover el color político de este gobierno», dijo Froy.
Además apeló a la palabra empeñada del intendente Gustavo Bordet, en su discurso de asunción del segundo mandato, quien manifestó que “no le importaba pagar el costo político pero que el tema de la tracción a sangre la iba a regularizar o por lo menos reglamentar”, recordó. Pero, en la actualidad, ha quedado todo “como hace décadas”.
En ese sentido, el titular de Conciencia Animal dijo que uno de los ediles del oficialismo admitió que quien está en desacuerdo con la ordenanza aprobada a fines de 2012 es el secretario de Salud, Oscar Imaz. “Ponía objeciones para que se aplique esta ordenanza aprobada en la última sesión del año pasado y promulgada por el intendente en los primeros días de este año”, manifestó.
“Esta ONG viene haciendo un trabajo muy importante, realmente muy valorable. Nosotros nos hemos reunido muchas veces y en este momento lo que estamos haciendo es una derivación del planteo que han hecho a las secretarías pertinentes”, dijo al término de la sesión el vicepresidente del cuerpo, Mariano Giampaolo.
Por otra parte, señaló que el espíritu de la mayoría de los concejales es “acompañar el proceso” que lleva adelante la ONG y “algún día” terminar con la el transporte de tracción a sangre en Concordia. Pero tampoco quieren hacer “demagogia barata” anunciando que “mañana se termina” cuando se trata de un proceso de “adaptación social y cultural que no es sencillo de llevar a cabo”. Por ello, Giampaolo manifestó que va a llevar “su tiempo”. Pero no dijo cuantos días, meses, años o décadas transcurrirán hasta que no hay más carros tirados por caballos en la ciudad.