
El debate mediático incluye una Fiscala a la que se la está juzgando por un mecanismo constitucional y legal como es el Jurado de Enjuiciamiento por no investigar en un caso de corrupción por más de 53 millones de dólares, en la causa de los “contratos truchos” a quien sería un amigo suyo, Pedro Opromolla de profesión contador, quien es a su vez también amigo de su marido , Sebastián Orlando Bertozzi, contador, y en tal caso estaría incumpliendo, elementales deberes como no tener interés personal en la causa y ser imparcial ( o sea medir a todos con la misma vara). Hay fotos de los nombrados compartiendo distintos momentos de la vida familiar durante un lapso considerable de tiempo, que incluye en el que habrían transcurrido los hechos delictivos. A la presunta actividad delictiva de Opromolla y a las irregularidades procesales la señaló por ejemplo Ruben Pagliotto, que está en las antípodas de Urribarri En lugar de decir eso, lo que es, la propaganda consiste en difundir que no la dejan investigar y que la presionan. Incluyeron la cuestión de género también en la audiencia del viernes último, para estar a tono con esa victimización, pues la acusación tiene una motivación distinta a su condición de mujer.

Proteger a una Fiscal Anticorrupción que no es genuinamente Fiscal Anticorrupción y decir que la persiguen por investigar, cuando la enjuician por no investigar, es parte de la “magia” de la comunicación de grupos que evidentemente pretenden manipular y desinformar.
Curiosamente, omiten quienes le dan amplificación mediática a los reclamos de la misma Fiscala, conectar el caso con otro paso que debería ser necesario para ser creíbles, si efectivamente todo fuese cierto: un ataque frontal, sin cuartel a Gustavo Bordet, el auténtico responsable político. Prefieren, sin embargo, hacer foco sólo en Urribarri.
A esto último lo demostró recientemente en la edición del sábado el mismo Diario Clarín, cuando hizo esa lectura caprichosamente recortada en la información, cuando difundió que denunciaron a Entre Ríos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. La misma Goyeneche tampoco volvió a repetir la vinculación del caso con Bordet, solo dijo en noviembre que no podía ser ajeno a esto. El dato es ese cuidado por no involucrarlo quizás sea para dejar una “válvula de escape” a la apretada mediática. Veremos qué es lo que pasa en definitiva, pues flota en el ambiente la sombra de la sociedad Bordet- Frigerio.
La noticia acá y en cualquier parte del mundo sería que el poder político comandado por Bordet, quien es el que tiene el manejo del Estado y la jefatura política (Presidente del Partido Justicialista, Gobernador, quien recién envió el Proyecto de Ley de Creación de la Fiscalía Anticorrupción seis años después de asumir el cargo ésta semana), el que propone la designación de Jueces del Superior Tribunal Provincial, el que nombra Ministro de Gobierno, autoridades policiales, etc. es el que está denunciado. Prefieren señalarlo, sin embargo, a Urribarri. Es vox populi que el poder ya no lo tiene, se le esfumó. Otra mentira burda: El jugador principal de la medida de persecución, si la hubiese, sería Bordet, nunca Urribarri, quien está en franca retirada en términos de poder, sería, en todo caso, un protagonista secundario y sin peso.
Cierra del todo el cuento si es útil para defenderlo a Macri: Al pedir la audiencia ante la Comisión Interamericana, presentando el caso junto con el de otros siete fiscales dijeron que estas acciones se dan en el contexto de las presiones sobre el procurador general interino (macrista) Eduardo Casal y estaba dentro de los “intentos llevados adelante desde el gobierno nacional para lograr la destitución (o la renuncia). Interino, porque, vaya casualidad tampoco cumple con los requisitos de la Constitución en cuanto a su designación, (igual que Goyeneche)
Tenían que ser funcionales a un relato, que legitima cualquier accionar de la justicia por el sólo hecho de emanar de la justicia, como si en un Estado de Derecho no se pudiese cuestionar a quienes incumplen los deberes propios inherentes a los cargos que ostentan, por más que trabajen en la justicia. No son pocas las veces para favorecer, de espaldas al pueblo, intereses de grupos económicos o políticos
No es Fiscal Anticorrupción Goyeneche, no la enjuician por investigar, sino por no investigar; lo dejan fuera del foco mediático a Bordet, que es quien actualmente ejerce el poder provincial, y utilizan el caso para defender al macrista Eduardo Ezequiel Casal, quien tampoco fue designado por los mecanismos de la Constitución.