Como todos los años, con la presencia de los representantes de las distintas instituciones que conforman la Comisión de Carnaval y bajo la supervisión del escribano Carlos Caraballo, previa explicación del sistema de puntos y de descartes, se comenzará con la apertura de los sobres correspondientes.
Un jurado de 5 personas por cada fin de semana tuvo a su cargo la evaluación de las comparsas distribuidos en los siguientes rubros: vestuario, carrozas, música, coreografía y puesta en escena.
La noche del sábado dio comienzo con la presencia de Marí Marí del Club Central Entrerriano con su tema “Ivy Marey, tierra sin mal”; continuó con el desplazamiento de la comparsa Papelitos del Club Juventud Unida para mostrar su “Corso a Contramano”; tocándole cerrar la última noche la representante del Centro Sirio Libanés y su “Shangri-la, el camino de la vida”.
De este modo, cerró una nueva edición del Carnaval del País, donde las tres deslumbrantes comparsas presentaron temas, músicas y vestuarios tan disímiles como espectaculares. Marí Marí, se encarnó en la piel del guaraní y a través de su mística, relató los acontecimientos con la fuerza de las voces que fueran sometidas, maltratadas y despojadas hasta de sus recuerdos; Papelitos buscó –teniendo la fiesta de carnaval como marco- dar una igualdad simbólica entre los integrantes de los diferentes estratos sociales como escape de la desigual vida diaria. Por su parte, Kamarr nos mostró la mística asiática, que es cuna de impresionantes culturas plagadas de historias mitológicas; donde dioses y hombres conviven dejando lecciones sobre el triunfo del bien espiritual sobre el mal terrenal.