El camarista Felipe Celli se retiró debido a las presiones que sufre

Celli aseguró que su jubilación está en trámite y supone que saldrá en septiembre. Confesó que le hubiese gustado quedarme más tiempo porque se siente con ganas de seguir trabajando, pero no en las condiciones actuales. “Mi pensamiento, las ideas que he defendido, no gustan, molestan. Mi perfil acá parece que no encaja, no avizoro buenas perspectivas y creo que llegó el momento de irme”, admitió.
Su retiro se debe a las presiones y las persecuciones que ha sufrido. Dijo que lo «insalubre» es el enfrentamiento constante y que llegó el tiempo de buscar otro rumbo.
Otra de las razones es que uno de sus compañeros en el Tribunal (transcurrieron 20 años juntos), Juan Sobrero, se jubiló en 2004, y el otro, Juan Ascúa, hará lo mismo en breve. “Eso me dejaría en una gran soledad aquí dentro”, confiesa.
Sobre el Consejo de la Magistratura, lo consideró un hecho más que positivo, más allá de cuestiones subsanables. “Es parte del camino para dejar de lado el dedo del gobernador de turno a la hora de los nombramientos de magistrados, pero no ocurre lo mismo cuando se trata de designar a la cabeza del Poder Judicial”, dice, y señala que éste es otro de los motivos por los que se retira antes de tiempo.
Celli consideró que sigue estando vedada la participación ciudadana y eso empobrece en gran medida a “la democracia y a la vigencia de las instituciones. Afecta claramente a la división de poderes y al permanente control que debería existir”, expresa.
También se manifestó enojado porque, a su entender, en Entre Ríos no se siguieron los pasos dados por el gobierno nacional a la hora de conformar una Corte Suprema de Justicia con jueces de antecedentes intachables, compromiso con la tarea judicial y formación académica indiscutible. “Acá, se sigue echando mano al poder político, designando operadores en el Poder Judicial”, agregó.
En vísperas de elecciones, dijo que siente “pena y pesar” porque las alternativas que tienen para el futuro acto eleccionario son “lamentables”. Consideró que los ciudadanos “no tienen opciones”, ni hay “participación en la designación de los candidatos”.
Además, los partidos políticos no tienen “ninguna representatividad” y se impone una nueva discusión de los ciudadanos sobre cuál será el perfil de la democracia que se quiere. Por ello, consideró que se deben analizar los mecanismos de una participación activa, “no manipulada por quienes detentan el poder político y económico a través de dádivas y subsidios y planes, lo que condiciona la posibilidad de la gente de expresarse libremente”.
Entendió que si no hay opciones para ejecutar el acto “más legítimo de la democracia” las cosas están mal. “Tan mal que se dirimirá en elecciones generales una interna del partido gobernante”, agregó.
Describió al Poder Judicial como “una monarquía”. La cultura internalizada tiene que ver con “bajar línea a los súbditos”. Consideró que se encuentra lejos de poder conformar un poder horizontal conformado por pares. “Hay un poder conformado de modo piramidal y se abroquela el poder en el peor sentido”. Arriba” de Celli se encuentra el Superior Tribunal de Justicia, el máximo órgano del Poder Judicial
También señaló que no hay espacio para el debate, aunque nunca admitió órdenes ni se puso en el lugar de súbdito. “Tuve un perfil alto en la discusión de mis ideas y jamás acepté imposiciones si no había razones que las avalaran”.

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