Aunque Moreno evitó identificar la empresa que pidió financiamiento al BID, fuentes oficiales admitieron que se trata de una planta de celulosa en la provincia de «Corrientes», una provincia que también comparte la cuenca del río Uruguay, sobre cuyos márgenes orientales se levantarán las plantas de Ence y Botnia.
Mientras tanto, el presidente argentino, Néstor Kirchner, reclamó al Banco Mundial (BM) que «suspenda la consideración de toda decisión relativa» a la financiación de plantas papeleras en Uruguay.
«Este gesto, coherente con la neutralidad que corresponde observar del BM en esta controversia internacional, facilitará que ambos países puedan finalmente hallar una solución duradera», dijo Kirchner en una carta dirigida al presidente del banco, Paul Wolfowitz.
En el escrito, que fue reproducido en parte por la agencia oficial de noticias Télam, Kirchner también pidió al Banco Mundial que no vulnere «el principio de equilibrio entre las partes» al financiar una papelera de la firma finlandesa Botnia en Uruguay.