La enfermedad congénita le fue detectada a los 28 días de haber nacido, y un transplante cardíaco era la única alternativa de vida.
Franco se encontraba internado desde los primeros días de agosto, hasta que llegó el momento de la operación, la que resultó un éxito, al decir de los médicos del Garraham.
La intervención quirúrgica se efectuó con un corazón procedente de la provincia de Corrientes, se informó en aquel momento.
El jueves de la semana pasada le fue quitado a Franco el respirador que lo asistía. Es una muy buena noticia, aunque hay que seguir esperando y, según aseguraran los facultativos, debe ser revisado día a día.
El bebito continúa en sala de cuidados intensivos.