La decisión se basó, según un comunicado de prensa enviado a Clarín , en «un extenso proceso de debida diligencia que incluyó los resultados concluyentes y positivos de un estudio de impacto acumulativo y un análisis posterior del estudio realizado por expertos independientes».
Las conclusiones del estudio y el informe de los expertos confirman que la planta cumplirá con las políticas ambientales y sociales de IFC y MIGA a la vez que generará beneficios económicos significativos para la economía uruguaya.
En el estudio final de impacto acumulativo los especialistas de una consultora canadiense contratada pro el Banco Mundial se sostuvo que «las plantas están diseñadas de acuerdo con prácticas modernas y ambientalmente sostenibles, según las mejores técnicas disponibles».
Si el Banco otorga efectivamente el dinero, US$ 170 millones para el proyecto de planta de celulosa Orion, la decisión representará un revés significativo para la Argentina. Los jueces de La Haya, donde una demanda argentina está en curso, no podrán dejar de tener en cuenta esa decisión.