Una veintena de familiares de Farías permanecían en una de las esquinas de la plaza 25 de Mayo. Allí mascullaban su enojo ante lo que consideraban una pena ligera. Miguel Ángel, señaló que “la lectura que nosotros hacemos es que las leyes siguen amparando a estos asesinos a sangre fría como este señor, conocido como Pitanga. La Justicia, aprovechando que esto va a salir por Internet, aprovecho para decirles a todos los legisladores del país que por favor, cambien las leyes. No puede ser que la vida de un ser humano valga 10 años de cárcel”.
Vale recordar que el hecho ocurrió en la madrugada del pasado 5 de marzo, en inmediaciones de 2 de Abril y Dr. Del Cerro, donde se domiciliaba la víctima. Según consta en el expediente confeccionado durante la etapa instructoria, Farías se encontraba durmiendo en la habitación que compartía con su pareja, Irma Blanco, y en la que se encontraba también una pequeña, hija de la mujer como producto de su matrimonio con Ramón Angel Martínez, de quien se habría separado.
En esas circunstancias, siendo alrededor de la 1.30 de la madrugada, Pitanga Martínez habría ingresado en la habitación, provisto de un cuchillo con el cual habría asestado dieciocho puntadas a Farías. Éste murió a consecuencia de la gravedad de las heridas y la abundante pérdida de sangre.
Los familiares del occiso no pudieron ingresar a la Sala de Audiencias de la Cámara en lo Penal para escuchar la sentencia. “Cuando quisimos entrar, hicieron desalojar la sala, y cuando fuimos a preguntar que pasaba, nos dijeron que la sentencia era de diez años y que en diez días, la sentencia quedará firme” dijo Miguel Farías.
“No lo voy a ver más en mi vida a mi hermano», dijo Miguel Farías
Para Farías, el fallo constituye “un atropello”. “No puede ser que en diez años este señor esté libre y pueda volver a cometer el mismo delito con otra persona. Uno a veces se calienta con los jueces pero ellos dicen que no pueden hacer nada. Que es la ley la que los manda. Entonces el pedido está dirigido a los legisladores”.
Farías hacía estas declaraciones muy dolido porque “no lo voy a ver más en mi vida a mi hermano”. De paso, pidió encarecidamente que Martínez no quede recluido en la Jefatura Departamental de Concordia, como hasta el momento, porque “no da ninguna garantía que no pueda escapar y cometer algún otro hecho”.
Mabel Farías recordó a su hermano como una persona “buena, tenía sus defectos, tomaba, pero nunca hizo mal a nadie. No merecía morir así”. Además le preguntó en público a la jueza Alicia León, quien presidió la Cámara en lo Penal, “si no es madre y hermana porque le dio 10 años y no le hizo caer todo el peso de la ley”. Por último, expresó que “el único juez que hay es Jesucristo y si no hay Justicia acá, va a haber en el cielo, tanto para la Jueza como para ese asesino”.
Farías, por último, seriamente ofuscado escupió las palabras con mucho pesar. “Nosotros vamos a estar privados de por vida de verle la cara a mi hermano, de estar un ratito con él. Lo único que nos queda es ir un rato al cementerio a llevarle unas flores o a llorar sobre su tumba. Mi hermano vale 10 años de cárcel de un asesino h… de p… como este señor Ramón Martínez”, dijo.
