Inés Amalia Dri, de 54 años, murió a raíz de los disparos que Díaz le propino en su casa, frente a una amiga de la victima que se salvó porque un tercer tiro, destinado a ella, no salió. A pesar de la medida de restricción impuesta por la justicia, más la posibilidad de llevar consigo el botón antipático, el femicida logró irrumpir en la casa de su ex pareja y matarla. Luego, se subió al remiss que lo había alcanzado hasta la zona y, según los testigos, se bajo de la playa Nebel por calle Chabrillon y San Lorenzo. Sospecha que allí es donde se habría arrojado al rio.
El remisero le confirmo a la policía que el acusado le pidió que llevara hasta la casa de Dri y que lo esperara en la esquina del lugar. Posteriormente (tras haber cometido el hecho) se hizo trasladar a la zona de playa Nebel, diciéndole la mujer estaba pescando allí. También aportó que el prófugo llevaba puesto un pantalón de vestir “gastado” y una camisa mangas cortas color clara.
Tras el testimonio de este hombre, personal de Investigaciones realizó este sábado un primer rastrillaje, incluso con perros, en toda la costa del río Uruguay donde fue visto por última vez el acusado de haber asesinado a Inés Dri. Desde la investigación no se descarta que Díaz hubiera cruzado ilegalmente a Uruguay o que se hubiera hecho llevar a ese sitio para confundir en el seguimiento de su rastro. Así mismo, ante la falta de rastrillaje, la altura y estado del rio, Den Dawn no descarta la posibilidad de que haya fallecido.
