El periodista Patricio Eleisegui, oriundo de Buenos Aires, estuvo en Concordia con su investigación Fruto de la Desgracia, y DIARIO JUNIO se hizo presente.
El libro de reciente publicación revela el uso irregular y abusivo de agroquímicos en la producción del arándano en Concordia: “Hay una batería de productos químicos que se usan cuando en realidad no deberían pasar de la docena, que es lo que establece SENASA; y en Concordia se pueden ubicar más de treinta químicos que se utilizan para producir el arándano”.
“Hay escasa rigidez en los controles de inocuidad, muy bajo control en lo que se está produciendo en términos del arándano en cuanto a los químicos que se utilizan. El control de inocuidad que son los restos químicos que quedan en la fruta, solamente es válido para lo que sale el exterior, y en este punto me interesa detenerme porque hablando con gente del sector de exportaciones me certificaban que había un control riguroso para lo que es exportación, que representa casi un 95 % de la producción”, contó Eleisegui ante el auditorio que se hizo presente en la UNER de Administración.
“No hay ningún tipo de control en el mercado local. Casi todo el producto se exporta, nosotros no vemos nada, el 5% más o menos es lo que queda en el país. El problema es que acá queda el descarte, y los controles de inocuidad son prácticamente nulos.
El arándano es un fruto que se puso de moda, se lo vende como muy sano, que tiene muchas vitaminas y demás. Debido a que su producción está concentrada en Tucumán y Entre Ríos, las empresas se sacan un poco las chispas para ver quién es la que más produce. La más grande es Blueberry, y el libro se llama Fruto de la Desgracia porque casi el noventa y pico por ciento de la producción es para el que se festeja en Estados Unidos. Ellos sí o sí comen pavo con esa salsa de arándanos y necesitan que nosotros pongamos el cuerpo acá para producirlo” explicó Eleisegui.
“Yo empecé a trabajar el tema de los químicos, como una fruta que supuestamente se ofrece en el mundo, es una total mentira, porque en realidad tiene un proceso químico exacerbado que supera a la producción de soja y donde lo que queda en la Argentina es el descarte, y en ese descarte hay una utilización de químicos que no son sometidos a los mismos análisis que son sometidos en los controles de la fruta que sale al exterior”, aseveró el periodista de Infobae.
“Las empresas utilizan más de treinta químicos, además de hormonas y otros estimulantes, este número de treinta me fue acercado por un ex empleado de la Granja Azul SRL, quien era el encargado de manejar la bodega de químicos, esa persona tiene más de cien lipomas en el cuerpo, fue despedido por la empresa por no poder ejercitar el trabajo de fumigar. Él me paso el detalle de todos los productos que se estaban utilizando”, explicó Eleisegui.
“La fruta se fumiga incluso en el momento de la cosecha. No hay ningún tipo de control. Usan muchos productos que tienden por ejemplo, a congelar el fruto para que no madure tan rápido. Hay mucha manipulación, si bien no hay semillas transgénicas, sí existe un proceso de hibridación”, relató el periodista en la fría noche del viernes 19 de junio.
El Fruto de la Desgracia parte de un caso particular, que es Edgardo Ferreyra un trabajador de Blueberries, esta persona de Federación sale en los medios de su pueblo contando que tenía un proceso de cáncer muy extendido y que le quedaba muy poco tiempo de vida y que necesitaba tiempo para la terapia, y a través de distintos contactos yo llego a Ferreyra y me logra dar dos testimonios antes de fallecer. Y a través de su abogado empezamos a reconstruir la historia
Esta persona trabajó en un momento en que estaban cerrando la cosecha y contó que había caído una piedra que había dañado el fruto y le echaron químicos a ver si podían salvar la fruta, porque el contrato de exportación ya lo tenían sobre la marcha”, argumentó Eleisegui.
Estas y otras historias conforman un libro de aproximadamente cien hojas, donde el autor también se hace de las planillas internas de las empresas en la que se registran las aplicaciones químicas. Fruto de la Desgracia: es una investigación imprescindible para todo aquel que quiera conocer la génesis y el desarrollo del arándano que queda en el mercado Argentino.
