El apoderado legal del Iosper aseguró que se ofreció un tratamiento al menor que fue rechazado por los padres

“El niño no se queda sin tratamiento sino que el Iosper ofrece un tratamiento para los casos de autismo consistente en un modulo interdisciplinario que se llama conductivo-conductual que fue ofrecido pero no fue aceptado”, indicó Lapiduz. Según el abogado, los familiares querían un tratamiento realizado por profesionales determinados con características especiales “que no son las que la obra social cubre”.
En consecuencia, lo que la obra social no le otorgó al afiliado es la posibilidad de elegir un tratamiento “a la carta”. Pero el Iosper garantiza “con profesionales idóneos y matriculados y con la certificación correspondiente un tratamiento adecuado para la patología que el menor tiene”.
En otras palabras, el abogado señaló que si un afiliado necesita un nutricionista, la obra social se lo prevee. “Pero si el afiliado quiere ir a una clínica en Suiza que vale US$ 40.000 por semana, el Iosper no tiene por qué cubrirlo. Cubre un nutricionista de las características de una obra social como el Isoper y dentro de un presupuesto solidario como es el del Iosper”, fundamentó.
Lapiduz aseguró que suele contestar muchos recursos de amparo de ese tipo donde se pretenden kinesiólogos especiales que cobran tarifas diferentes a las que cobran los kinesiólogos que son de la AKER (Asociación de Kinesiólogos de Entre Ríos). “Creen que por recursos de amparo van a forzar a la obra social a dar cualquier cosa y en realidad la obligación es ofrecer un tratamiento con un profesional suficientemente matriculado y certificado que cumpla con los requisitos de idoneidad para el tratamiento que sea”, señaló.

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