Ricardo Negri, representante de CREA, afirmó que “el siguiente ciclo se puede financiar gracias al buen rendimiento de la campaña 2009/2010 donde los costos habían bajado”.
También el titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías, lo reconoció al decir que “gran parte de esta inversión sale de la cosecha anterior”.
Resaltó además que cuando no es una “buena cosecha, empezamos a tener problemas, a no poder invertir tecnología, se reducen las áreas”.
De todos los cultivos se destaca la soja como el de mayor inversión. En ella se desembolsarán $24.160 millones, alcanzado un área de siembra de 18,8 millones de hectáreas, es decir un 4% mayor que la anterior, y 52,6 millones de toneladas.
En segundo lugar se ubica el maíz, con una financiación de $7.752 millones distribuidas en 3,7 millones de hectáreas y una producción esperada de 20,1 millones de toneladas. El mal clima podría hacer que caiga su producción.
En el caso del trigo, la superficie sembrada es de 4,25 millones de hectáreas, con una producción esperada de 11,16 millones de toneladas –un 65% más que la pasada campaña– y una inversión proyectada de $5.073 millones, según la información enviada a DIARIOJUNIO y distribuida entre los medios de prensa.
Por último se ubica el girasol, cuyo costo de implantación será de $989 millones, que permitirá una producción total 2,89 millones de toneladas, lo que representa un 28% más que la cosecha actual.
Radiografía. El documento señala que de los más de $70.000 millones que se invertirán en la próxima campaña, el 31% de este total corresponde a gastos directos (fertilizantes, riego, laborales, semillas, inoculantes, herbicidas, etcétera), mientras que el 20% estará destinado a gastos de comercialización (fletes, almacenaje, acondicionamiento, comisiones), el 20% a pagos de arrendamientos, el 9% a cosecha, y otro 9% a inversiones durables, entre las que se cuentan la compra de maquinarias, mejoras a las plantas y adquisición de camionetas.
De los gastos directos, que suman $221.547 millones, $6.761 millones corresponden a gastos laborales, entre los que se cuentan los salarios y aportes patronales.
