“Desde la repartición, seguimos las causales de muerte y detectamos las que se producen por aborto séptico, clandestino o quirúrgico. Revisamos las causas, las falencias e incluso, en el análisis epidemiológico, visualizamos la multiparidad de las mujeres, nivel socioeconómico, la sensibilidad o el lugar del que provienen. Si observamos un departamento donde ocurrió más de un aborto, eso para nosotros es preocupante”, explicó Velázquez a AIM y se mostró proclive a “analizar el tema, más allá de las cuestiones filosóficas, religiosas y culturales”.
Para la funcionaria, es el Estado el responsable de velar por la salud de las mujeres. “Aunque se insista en que en todos los casos influyen factores socioeconómicos y que quienes mueren son las mujeres pobres, analfabetas, que no acceden a información sanitaria y viven en zonas rurales o alejadas de la atención médica calificada, esto no es exactamente así. El perfil ha coincidido en cuanto a que provienen de un medio socioeconómico más vulnerable, pero lo que visualizamos con mucha preocupación es la instancia de accesibilidad al tema. Por ejemplo, una multípara no puede tener un episodio de aborto por falta de accesibilidad al sistema: ya fue captada, atendida. Uno de los objetivos es procurar evitar el aborto como método de planificación y coincide con que existe un embarazo no deseado asociado con la cuestión socioeconómica”, explicó.
En Entre Ríos, el aborto constituye una de las principales causas de muerte materna: se ubica en el cuarto lugar. A nivel nacional, se calcula que se practican 600 mil operaciones de este tipo por año y de cada 100 mil mujeres que abortan, entre 350 y 400 mueren en el quirófano. Las cifras se expusieron la semana pasada en el XVII Congreso Argentino de Terapia Intensiva que se realizó en Salta. En Entre Ríos, en 2006 se registraron dos muertes por aborto y una en el primer semestre de 2007. “Aunque el porcentaje parece bajo, es una muerte materna y es trágica, al igual que una infantil. Pero a diferencia de ésta última, al fallecimiento materno no se le da la misma impronta que al infantil. La muerte de una madre es una tragedia importantísima”, recalcó Velásquez.