El hombre tiene 64 años y la mujer tiene 95. El vecino observó la secuencia desde la ventana de la vivienda. Algo le había llamado la atención. El hijo estaba encima de la mujer, y había movimientos raros. Basto poco para darse cuenta de la situación de abuso.
Según informó el diario El Tribuno, la anciana dormía mientras era sometida sexualmente. No hubo alertas, pedidos de ayuda, voces o llantos.